San Juan (13 de abril de 2021) – El Departamento de Salud detuvo el uso de la vacuna de Johnson & Johnson. Esto, tras la determinación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de pausar la utilización de la vacuna producida por la multinacional mientras investigan seis casos de formación de coágulos sanguíneos en pacientes inoculados con Janssen.
El secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, aseguró que, al momento, en Puerto Rico no se ha registrado ningún caso «relacionado al evento adverso, específicamente sobre coágulos sanguíneos». Dijo, además, que el proceso de vacunación continuará con las vacunas de Pfizer y Moderna.
Según publicó The New York Times, la planta controlada por Emergent BioSolutions, asociada a Johnson & Johnson y AstraZeneca en la manufactura de vacunas contra el covid-19, cometió un «error humano» al mezclar los ingredientes de ambos productos.
Todas las pacientes que presentaron el efecto eran mujeres entre 18 y 48 años de edad. Una de ellas murió, y la otra permanece en estado crítico.
Se espera que tanto la FDA como los CDC realicen investigaciones para determinar si existe algún vínculo entre la vacuna y la formación de los coágulos sanguíneos.
“Hasta que se complete el proceso, recomendamos una pausa en el uso de esta vacuna por precaución”, dijeron en un comunicado conjunto la Dra. Anne Schuchat, subdirectora principal de los CDC, y el Dr. Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA.
En Estados Unidos se han administrado más de 6.8 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson, mientras que en Puerto Rico 26,031 personas han recibido la dosis.