San Juan, 27 de septiembre – El Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR) repudió la utilización de la Ley Jones, que obliga al uso exclusivo de barcos mercantes de los Estados Unidos, y reclamó que el estatuto sea derogado para evitar más sufrimientos y hasta muertes en la ciudadanía.
El reclamo del CAAPR, viene ante la imposibilidad de una barcaza cargada de diésel de atracar en Peñuelas, debido a que tiene bandera extranjera.
El presidente del gremio, el licenciado Manuel A. Quilichini, afirmó que, ante la situación actual, donde un gran porciento de la isla se encuentra sin servicio de electricidad, “es imperativo tener acceso a fuentes de combustibles como el diésel para que no se interrumpan servicios esenciales, ofrecidos por entidades tales como hospitales y supermercados, así como la transportación terrestre”.
“Reclamamos a los gobiernos local y federal que deroguen la Ley Jones o que se exima su aplicación a Puerto Rico de manera permanente, como sucede en las Islas Vírgenes. Mientras tanto, solicitamos al DHS que exima a Puerto Rico de las limitaciones de la Ley Jones por un periodo de 30 días, de manera inmediata, para evitar más sufrimientos y posible mortalidad a nuestra ciudadanía. No podemos esperar por un proceso burocrático cuando el bienestar de millones de personas está en juego”, subrayó el presidente del Colegio en comunicado de prensa.
Se indicó que la situación es tan grave que, en su asamblea anual de 2018, tras el paso del huracán María, la American Bar Association (ABA) aprobó la resolución 10B urgiendo al Congreso federal a eximir a Puerto Rico de las leyes de cabotaje, por su impacto negativo sobre la economía del país y el acceso a productos básicos. Hoy este llamado continúa con toda vigencia.
“La devastación y el daño causado por el huracán Fiona solo se amplificará por la actitud mezquina del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de no conceder una exención inmediata para el recibo, tanto de combustible como de cualquier producto esencial, para la supervivencia de nuestro pueblo luego de este evento atmosférico catastrófico”, denunció el letrado.
Quilichini explicó que la Ley Jones, aprobada en 1920, buscaba proteger el comercio marítimo entre puertos norteamericanos, requiriendo que se usaran barcos construidos en los Estados Unidos y operados por entidades de dicho país. A pesar de la globalización económica, esta ley se justifica bajo el pretexto de mantener económicamente una marina mercante que no puede competir con el transporte marítimo ofrecido por otros países. Expertos coinciden que, de derogarse esta ley, el consumidor ahorraría miles de millones de dólares al año en gastos de transportación de productos. Se estima que la Ley Jones le cuesta anualmente a cada familia en Puerto Rico $300 adicionales en alimentos y bebidas, según un estudio de Advantage Business Consulting.