San Juan (EFEUSA) – El presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, José E. Ledesma, dijo este lunes que la institución que preside «favorece y siempre ha favorecido que los trabajadores reciban un salario justo por la labor realizada y que el gobierno y el sector privado colaboren fuertemente para aumentar significativamente la participación laboral» en la isla.
De esta manera, Ledesma se refirió a la polémica suscitada después de que durante una reciente comparecencia en la Cámara de Representantes de la isla indicara que creía que se puede vivir con un salario de $7.25 la hora.
«Entendemos que si y que de acuerdo a la relación que tengan los patronos con sus empleados es una relación de libre mercado, en donde si se determina que pues este empleado tiene cierta destreza y cierto nivel de rendimiento y de productividad pues si el patrono y el empleado acuerdan que se le debe recompensar más por encima de eso, pues no tememos ningún problema con eso», dijo entonces.
A su vez, se le inquirió si consideraba que se puede vivir con $7.25 la hora, a lo que indicó que él no pero que muchos puertorriqueños si pueden hacerlo.
«Jamás fue mi intención quitar importancia a los retos que enfrentan las personas que trabajan por salario mínimo», dijo este lunes en un comunicado, Ledesma.
A su vez, pidió «disculpas a las personas que se sintieron ofendidas» por la contestación que ofreció en dicho foro al representante Manuel Natal.
«Siendo el Presidente y único portavoz de la organización que representa la voz y acción de la empresa privada, es una prioridad para mí aclarar, por lo que enfatizo que -en nuestra ponencia presentada el 8 de octubre de 2019-«, dijo.
«La CCPR no se opone a medidas que representen un alivio económico a la fuerza trabajadora (sino que en este momento histórico, que se está pidiendo que la empresa privada asuma la responsabilidad de absorber gran parte de la fuerza laboral en aras de reducir el gigantismo gubernamental, resultaría a destiempo un aumento poco pensado del salario mínimo)», expresó.
«A la empresa privada se le hubiera hecho sumamente difícil absorber el costo de lo propuesto, sin llevar a cabo otros ajustes en las condiciones de empleo de los trabajadores, tales como reducir la jornada de trabajo, reducir costos, entre otros» añadió.
«Yo Ledesma, soy emprendedor y pequeño comerciante desde hace 25 años, levantando con dedicación y mucho trabajo mi empresa, enfrentando grandes retos. Por casi dos años desde que fui electo en asamblea de socios, he dedicado prácticamente todas mis horas sin remuneración alguna a esta gran institución que es la CCPR, para ser parte de esa Voz y Acción con todos los empresarios que hoy luchamos por mejorar a nuestro Puerto Rico», dijo.
«Juntos estamos luchando para el beneficio de Puerto Rico en áreas como paridad de fondos de salud, asistencia nutricional, reducir contribuciones e impuestos confiscatorios, como por ejemplo el impuesto al inventario, reducir el costo energético, reforma de permisos, entre otras áreas medulares de desarrollo socioeconómico de Puerto Rico», manifestó.
Por último, indicó que era «consciente y sé que el salario mínimo de 7,25 la hora -en el cual cientos de miles de puertorriqueños basan su sustento- también los pone en la difícil situación de poder cumplir con sus obligaciones. Mi objetivo principal en la Cámara de Comercio, es implementar iniciativas de desarrollo económico en los sectores arriba mencionados, y cabildear en Puerto Rico y Washington, para fomentar el nivel de productividad de la economía local y de esa manera tener un impacto positivo en los salarios de los puertorriqueños».
Las reacciones no se han hecho esperar tras divulgarse las palabras este viernes.
Al día siguiente, la Asociación de Comercio Al Detal (ACDET) se dió de baja como como miembro de la Cámara de Comercio de Puerto Rico (CCPR) tras las expresiones.
Iván Báez, presidente de ACDET y ejecutivo principal de Walmart en Puerto Rico, dijo que está a favor de que se propicien «mejores condiciones, tanto para las empresas como para los empleados, pero eso solo se logra con un trabajo coordinado con el gobierno, en el que se busque la manera de bajar los costos de hacer negocios (bajar costos de energía, bajar impuestos, eliminar impuestos al inventario) y esos beneficios se puedan trasladar a los empleados a manera de mejores condiciones».