Puerto Peñasco (México), 10 jul (EFE) – El varamiento y posterior muerte de una ballena de aleta o rorcual común (Balaenoptera physalus), ocurridos esta semana en Puerto Peñasco, en el estado de Sonora, noroeste de México, son una enorme oportunidad de estudio para los científicos mexicanos, señaló este sábado un investigador.
Dijo que esta oportunidad puede ayudar a que las autoridades ambientales y la comunidad científica nacional investiguen e impulsen la ciencia de la conservación y el manejo de especies en el Mar de Cortés, reconocido como «el acuario del mundo».
Los dos varamientos, en los que hubo un rescate y en el que la ballena reapareció muerta en la costa, «aparentemente se trata del mismo ejemplar de acuerdo con las lesiones que presenta en el dorso», dijo a Efe Jorge Urbán Ramírez, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur y responsable del programa de mamíferos marinos.
Señaló que el ejemplar fue registrado como una hembra juvenil, de aproximadamente un año de edad, con poco más de 10 metros de longitud y unas cinco toneladas de peso.
«Tenemos que aprovechar este tipo de eventos donde hay ballenas y poblaciones, porque es común que eventualmente las encontremos muertas en la playa, es algo natural, pero es muy importante aprovechar estos eventos para investigar la problemática de la conservación y el manejo de las especies», aseguró Urbán.
El especialista explicó que estas poblaciones de ballenas que habitan en la región del Golfo de California, son muy interesantes porque resultan indicadoras de la salud del ecosistema.
«Si las poblaciones de ballenas están sanas, el golfo está sano», dijo el especialista y recordó que entre las amenazas para estas especies en la región están el tráfico marino «que no es muy intenso», el ruido marino y principalmente, la pesca furtiva que se hace con redes agalleras y totoaberas «donde mueren ejemplares al quedar enmalladas».
EJEMPLAR A ANÁLISIS
El investigador explicó que la ballena que murió varada en Puerto Peñasco será analizada por especialistas en el Centro Intercultural para el Estudio de Desiertos y Océanos (CEDO) «así que vamos a tener muchas más información de lo que ocurrió con esta ballena y esto será muy bueno para la conservación».
La mañana del pasado miércoles, cuando la ballena apareció por primera vez varada en la Playa Pitada de Puerto Peñasco, un centenar de personas, entre bomberos, personal de protección civil y población en general, hidrataron y refrescaron al espécimen, hasta arrastrarla mar adentro y festejaron su rescate.
Pero 48 horas después, la mañana del viernes, aparentemente la misma ballena, apareció muerta encallada en la playa.
La ballena de aleta o rorcual común, es una especie de cetáceo misticeto de la familia Balaenopteridae, y es considerado el segundo animal más grande del planeta, sólo superado por la ballena azul, ya que puede medir hasta 27 metros de largo.