Los Ángeles, 9 de agosto (EFE) – Los rayos secos, llamados así porque el agua que los acompaña se evapora antes de llegar al suelo, han provocado parte de los incendios forestales más destructivos y costosos en la historia de California, según un estudio publicado ayer, lunes.
Investigadores de la Escuela de Medioambiente de la Universidad Estatal de Washington, en Vancouver, que evaluaron datos de 1987 a 2021, descubrieron que casi la mitad de los rayos que cayeron al suelo en el centro y el norte de California durante la primavera y el verano en ese periodo de tiempo habían sido secos.
Este fenómeno es el responsable de grandes incendios en los últimos años en California. Los investigadores encontraron que alrededor de Sacramento, San Francisco, Redwood y los parques de Sequoia y Yosemite, los rayos provocaron casi 30% de los incendios, que representaron casi 50% del área total quemada.
Los rayos son clasificados como secos cuando están acompañados con menos de 2.5 milímetros de lluvia, que se evapora antes de tocar el suelo.
Dmitri Kalashnikov, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Washington, explicó en un comunicado que “a diferencia de los incendios de origen humano que se originan en un solo sitio, los rayos pueden afectar múltiples lugares y provocar numerosos incendios forestales simultáneos, lo que crea un desafío sustancial para la respuesta a los incendios”.
El investigador llamó la atención sobre los rayos secos que fueron responsables de varios de los incendios que afectaron California en 2020, y quemaron casi un millón de hectáreas.
Los siete incendios más grandes en la historia de California ocurrieron en los últimos cinco años, y cuatro de ellos fueron causados por rayos, según datos del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
El estudio, el primero en enfocarse en los rayos secos en California, encontró que casi la mitad (46%) de todos los rayos que caían en el centro y norte del estado entre mayo y octubre eran clasificados como secos.
Estas tormentas de relámpagos secos pueden suceder incluso en años “tranquilos” para la actividad de los rayos, destacó el estudio.
El análisis encontró que si bien era más probable que se produjeran rayos secos en elevaciones más altas (más de 2,000 metros) con una actividad más concentrada en julio y agosto, este patrón se invierte en septiembre y octubre cuando la mayor frecuencia de rayos secos afecta a las áreas más bajas.
Los investigadores advierten que durante septiembre y octubre los combustibles naturales (árboles y vegetación) están más secos, lo cual es un factor fundamental para las los incendios forestales y, por tanto, aumenta el riesgo.
Deepti Singh, coautora del artículo, advirtió en un comunicado que «comprender» la meteorología de los rayos secos en esta región puede ayudar a limitar el riesgo futuro de incendios forestales en California.
Ayer los bomberos de California lidiaban con dos grandes siniestros: el incendio McKinney en el norte del estado, que está controlado en 40%, y el incendio Oak en el centro de California, que está controlado en 94%.