Lima, 30 enero (EFE) – Apenas el 4% de las 900,000 toneladas de plástico que se desechan en Perú son recicladas para producir nuevos envases, una economía circular que el Ministerio del Ambiente quiere impulsar en este año 2020, según anunció este jueves su ministra, Fabiola Muñoz.
Durante una reunión con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP), Muñoz señaló que la mayoría del plástico utilizado en el país todavía va a parar a basureros y rellenos sanitarios.
Por ahora son alrededor 49,000 toneladas de plástico al año las que son recicladas por una única empresa en el país que tiene capacidad de procesar este material de modo que sirva para volver a fabricar nuevos envases.
La ministra manifestó la necesidad de mayor inversión y competencia en este sector para poder aumentar la cantidad de plástico reciclado.
EMPRESAS INTERESADAS
Muñoz indicó que cada vez hay más empresas que producen bebidas, champús o cosméticos en envases de plástico que están interesadas en que la fabricación de estos artículos contenga mayor porcentaje de plástico reciclado.
Sin embargo, la titular de la cartera del Ambiente señaló como trabas para aumentar la cantidad de plástico reciclado la informalidad de los recicladores callejeros, que no pueden vender a esta empresa que procesa el plástico usado porque no pueden emitir facturas.
Por ello la gran mayoría de las botellas y envases de plástico usados van a parar al mercado negro donde son reutilizadas, a pesar de que allí los recicladores obtienen menos ganancias que si las vendiesen a la empresa procesadora.
En ese sentido, la viceministra de Gestión Ambiental, Lies Linares, destacó la puesta en marcha de acuerdos de producción limpia (APL) con fabricantes de productos y envases de plástico como la peruana Pamolsa, que se comprometió a que su producción tenga un 40% de plástico PET reciclado.
MIL MILLONES DE BOLSAS MENOS
Asimismo, la ministra Muñoz resaltó que en el último medio año Perú dejó de utilizar mil millones de bolsas de plástico gracias a la ley elaborada para reducir el plástico de un solo uso, lo que también llevó a ahorrarse la utilización de 800 toneladas de tecnopor (poliestireno expandido), muy utilizado en el país para envases de comida al paso.
«Es lo que hemos dejado de usar y creo que esa es una buena noticia para el país y para el mundo», comentó Muñoz, promotora de campañas contra la disminución del uso del plástico desde su anterior paso por el Ministerio del Ambiente.
No obstante, consideró que «lo más importante es que la ciudadanía se está involucrando en este cambio» y puso como ejemplo que la mayoría de los restaurantes del país han dejado de servir sorbetes de plástico por otros de papel o metal, aunque lamentó que en los cines lo sigan haciendo.
HACIA LA ECONOMÍA CIRCULAR
«Creo que tenemos oportunidades de mejora, y ese es el reto que tenemos que lograr los ciudadanos en todo lo que hacemos. Los consumidores somos poderosos y no nos hemos dado cuenta, pero somos los que marcamos la tendencia», dijo Muñoz.
«El reto mayor es que no lo hagamos solo con el plástico, sino que todos los ciudadanos segreguemos los residuos desde la casa y reduzcamos la cantidad de residuos», agregó.
Para ello anticipó que el Ministerio del Ambiente está trabajando para elaborar una propuesta legislativa de economía circular, «que es el gran tema, porque no solo involucra el plástico, sino que implica que los ingredientes que utilizamos no hayan afectado al medioambiente y que los residuos que generamos tampoco lo hagan».