Lima, 3 de febrero de 2022 (EFE) – El representante permanente del Perú ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Harold Forsyth, denunció este miércoles ante el Consejo Permanente el «impacto ambiental y económico» causado por el derrame de petróleo del pasado 15 de enero en una refinería operada por Repsol en el norte de Lima.
Según informó a través de Twitter la representación permanente del Perú ante la OEA, Forsyth indicó que el país andino se encuentra «frente a un escenario sin precedentes en su historia» y resaltó que el Gobierno de Pedro Castillo «evalúa una drástica sanción y viene realizando sus mayores esfuerzos por la recuperación de los ecosistemas dañados».
Además, el embajador peruano solicitó a la organización hemisférica que se incluya en la agenda de la próxima sesión ordinaria del Consejo Permanente el abordaje de esta tragedia ambiental ocurrida en el mar peruano.
El derrame se produjo hace más de quince días en el terminal número 2 de la refinería La Pampilla, que opera la española Repsol en el distrito de Ventanilla, en la provincia del Callao, colindante con Lima Metropolitana.
Hasta la fecha, el petróleo derramado, que según la empresa alcanza los 10,396 barriles, ya se ha esparcido a lo largo de unos 50 kilómetros de costa, desde Ventanilla hasta la ciudad de Chancay, en el norte del departamento de Lima.
Ante lo que ha sido calificado como «el peor desastre ecológico ocurrido en Lima en los últimos años», el Gobierno peruano paralizó este lunes las actividades de carga y descarga de barcos petroleros en La Pampilla, una decisión que la petrolera afirmó que espera solucionar con las autoridades «en aras de garantizar el suministro de sus productos».
En ese sentido, Repsol recordó que La Pampilla abastece el 40 % del mercado peruano de combustibles y que, por eso, hará «los mayores esfuerzos para evitar el riesgo de desabastecimiento de productos esenciales para los ciudadanos peruanos y el desarrollo del país».
La compañía informó durante el último fin de semana que el 35 % del petróleo derramado ya ha sido recuperado en labores de limpieza del mar y de las playas, y que para potenciar estas acciones transportaría a Perú equipos adicionales desde Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Colombia y Emiratos Árabes Unidos.