Por Sandra D. Rodríguez Cotto
En Blanco y Negro con Sandra
San Juan, Puerto Rico – Aunque la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPE) ordenó hoy la paralización inmediata de un proyecto que pretende erigir un hotel en Playuela en Aguadilla, Eliezer Molina, el Campamento Carey, el Campamento Murciélago, arqueólogos y otros activistas ambientales continuarán dando la lucha para que no se permita esa construcción.
Se trata del controversial proyecto sobre la zona del carso y sobre cuevas de alto valor arqueológico denominado Cristopher Columbus Landing, en Aguadilla, que en cuestión de días, y de manera altamente sospechosa, había logrado un permiso que no había conseguido por más de 25 años. Hace casi dos semanas que Molina presentó varios vídeos en sus redes sociales en los que demostró los yacimientos llenos de petroglifos de los indígenas taínos y de la cultura ingneri que hay en esa zona.
Hoy Molina, junto al arqueólogo Javier Nolla; la ambientalista y portavoz del Campamento Murciélago, Alegna Malavé y varios miembros del Campamento Carey, fueron hasta la sede del Instituto de Cultura (ICP) en San Juan para revisar el expediente del caso. Hallaron en el expediente una nota que decía que se suprimiera información.
Mientras los ambientalistas salían de la cita en el ICP, trascendió la noticia de que la OGPE ordenó la suspensión inmediata del permiso para ese hotel.
La orden de la OGPE específicamente prohíbe la extracción de materiales de la corteza terrestre en los predios del proyecto debido al descubrimiento allí de objetos de valor histórico o arqueológico como tallado de piedra, cerámica, caracol o madera.
La orden también establece que la parte proponente tendrá que coordinar con el ICP, con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), cualquier estudio o análisis requerido por estas, para proseguir con las obras. El proponente del proyecto es la Caribbean Properties Management Group, que preside Gustavo Hermida, entre otros socios.
El megaproyecto turístico-residencial de 121 acres propuesto para Aguadilla que comprende de 300 habitaciones hoteleras, un casino de 17,000 p/c, 160 unidades de condo-hotel, 240 apartamentos y 100 villas. El mismo ubica cerca del Aeropuerto Internacional Rafael Hernández y del Punta Borinquen Golf Club.
Hablan los ambientalistas
“Es alarmante lo que han tratado de hacer. Existe un impacto ambiental grandísimo allí y lo que pretenden hacer dañaría toda la zona”, dijo Molina.
Explicó que la zona de Playuela consiste de mogotes sobre roca caliza, y que el proponente del proyecto pretende dinamitarlos para construir el hotel. Esto destruiría no solo la montaña, sino una cueva donde rompen las olas del mar en esa zona.
“Si lo dinamitan, se va a desplomar la caverna que existe y todo eso va a desaparecer en el instante. Es la misma práctica ilegal que hicieron en el proyecto The Cliff (en Aguadilla) y en otros lugares”, dijo Molina.
También señaló que la Declaración de Impacto Ambiental del proponente es ilegal porque dice que en la zona no hay tortugas marinas, cuando esas especies en peligro de extinción se ven a simple vista cuando anidan allí. Por eso Molina abogó porque la zona sea declarada una reserva natural.
Como si eso fuera poco, parte de la construcción del hotel se haría sobre un cementerio, lo cual es ilegal. “El Instituto de Cultura tiene dentro de su expediente información de que hay un cementerio. ¿Cómo es que al desarrollador se le ha dado un permiso para edificar sobre un cementerio?”, cuestionó.
El arqueólogo Nolla, por su parte, explicó que del expediente del ICP se desprende que hay estudios hechos desde el 1995 que determinan que en esa zona no se puede construir debido a la alta cantidad de restos arqueológicos. “El área es extremadamente sensible”, dijo.
Por su parte, Malavé se reafirmó en que los campamentos ambientalistas estarán vigilantes para impedir cualquier desarrollo ilegal. A base de su experiencia pericial, dijo que lo recomendable es que todas las partes, incluyendo las comunidades, los expertos, las agencias del gobierno y el proponente se sienten a discutir cómo proteger la zona.
“Estamos ante otro caso donde pretenden ocultarnos la evidencia, cuando a simple vista se ven los petroglifos, las conchas y la evidencia de nuestra historia. Esto no se puede permitir”, dijo Malavé. “Ahora por la reforma de permisos, con el permiso incidental único se facilita pasarle por encima a una entidad como lo es el Instituto de Cultura, en vez de desarrollar nuestro suelo de la manera más responsable”.
Malavé también dijo que además del daño a las cuevas donde hay más de 10 petroglifos y arte rupestre documentados, la construcción propuesta dañaría los ríos subterráneos, afectando a los residentes de Aguadilla y matando las zonas de corales, lo que, a su vez, perjudicara a los pescadores.
Por lo pronto, la determinación que tomó hoy la OGPE al paralizar la obra le da un término de diez (10) días a las partes para emitir sus recomendaciones o proceder conforme a las leyes y reglamentos.
El 6 de julio de 2023, la OGPe y el DRNA emitieron el Permiso Único Incidental 2016-127351-PUI-009008 para el mencionado proyecto, el cual responde a una renovación al Permiso General Consolidado 2016-127351-PGC-002932, expedido en el 2018.