Lima, 6 ene (EFE) – Ranas gigantes, golondrinas, boas, tortugas, osos hormigueros y un tigrillo fueron algunas de las 2.224 especies silvestres liberadas en su hábitat natural en 2021 por las autoridades del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) de Perú.
Los ejemplares fueron decomisados en operativos contra el comercio ilegal de animales silvestres o encontrados en distintas circunstancias en diversos puntos del país.
Serfor informó que el mayor número de animales liberados fue el de la rana gigante del lago Titicaca (Telmatobius culeus) con 1,745 ejemplares, devueltos a este lugar ubicado en el altiplano limítrofe con Bolivia.
La rana gigante es traficada para ser usada como insumo en la elaboración de extractos o batidos por sus supuestas propiedades curativas, indicó la dirección de Información y Registro del Serfor.
Asimismo, un total de 296 golondrinas de mar fueron devueltas a la costa, después de perderse por la contaminación lumínica de las ciudades y caer en casas y jardines.
Las golondrinas deben volver a las orillas del océano Pacífico porque se distribuyen siguiendo la corriente marina de Humboldt, que recorre desde el norte de Chile hacia Perú y Ecuador.
También se realizó la liberación de 72 cuyes silvestres (Cavia tschudii), también conocidos como conejillos de indias, así como tortugas, boas, culebras y sapos.
Entre los ejemplares recuperados a su hábitat destacan osos perezosos de dos y tres dedos, un oso hormiguero, un tigrillo (Leopardus pardalis), un armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus), un puerco espín (Coendou bicolor), zarigüeyas, loros, búhos y lechuzas.
Estos animales fueron liberados en la región surandina de Puno, en las costeras de Moquegua y Tacna, en la central de Lima, en la norteña de Cajamarca y en las selváticas de San Martín, Loreto y Amazonas.
Para proceder con su liberación, los especialistas de Serfor verifican su estado de salud con un veterinario y proceden a su identificación taxonómica e identifican su distribución natural y origen.
El lugar donde se realizará la liberación no debe implicar un riesgo para el animal, ni para los pobladores, y en el caso de las crías de mamíferos y aves deben permanecer en centros autorizados para su atención porque no pueden sobrevivir por sí solos.