SALINAS, Puerto Rico – El secretario de Asuntos Ambientales del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Víctor Alvarado Guzmán, criticó a la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez Vega, por atribuirse la paralización de las invasiones ilegales en la Reserva de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos en Salinas.
Al anunciar el inicio de la demolición de estructuras ilegales en la Reserva, Rodríguez Vega afirmó que su equipo y ella lograron que «las invasiones a ese importante recurso ecológico se detuvieran finalmente luego de décadas y cuando las esperanzas parecían perdidas».
«A pesar de las expresiones poéticas de la secretaria, son las comunidades, organizaciones ambientales, activistas y la opinión pública quienes lograron presionar al DRNA para que tomara medidas. Durante años, residentes, pescadores de Las Mareas y colectivos ambientales han sido los primeros en alertar sobre los daños en la zona. El DRNA, en un acto de negligencia, permitió el desastre que afectó gravemente la ecología marina,» expresó Víctor Alvarado.
Según el líder del PIP, en 2018, la entonces legisladora municipal de la colectividad en Salinas, Litzy Alvarado Antonetty, presentó una resolución para investigar qué acciones estaba tomando el DRNA ante la devastación ambiental, pero su medida no se aprobó y la administración municipal no tomó ninguna acción.
«No sería sorprendente ver a la secretaria Rodríguez Vega y a la alcaldesa de Salinas, Karilyn Bonilla Colón, tomándose fotos mientras las máquinas derriban las estructuras. Ambas han convertido este asunto en una cuestión de relaciones públicas y campaña política. Sin embargo, los políticos que fomentaron las construcciones ilegales y las personas que otorgaron permisos fraudulentos en las agencias siguen impunes. Ante este asunto, optan por el silencio,» dijo Alvarado.
Finalmente, el portavoz ambiental hizo un llamado a la secretaria del DRNA a no ser selectiva en los asuntos con los cuales la agencia interviene.
«En Salinas esperan por sus acciones sobre la tala de árboles ilegal en el proyecto Salmar; en Guayanilla, la agencia reconoció que la construcción de una torre de telecomunicaciones violó la reglamentación sobre impactos a los humedales y no ha pasado nada; se construyen en varios pueblos edificaciones con piscinas (igual que en Bahía de Jobos) en la zona marítimo terrestre y no se interviene; la carbonera AES continúa contaminando y envenenando la salud de la gente y no hay comentarios al respecto.»
«Este y muchos otros crímenes ambientales ocurren a diario a lo largo del archipiélago puertorriqueño, pero la esperanza de que tengamos una agencia ambiental proactiva bajo este gobierno se desvanece irremediablemente,» finalizó Víctor Alvarado Guzmán.