Islas Galápagos (Ecuador) (EFE) – El reto de alcanzar la meta de «cero carbono» en las Islas Galápagos (Ecuador) reúne desde este lunes a decenas de científicos y académicos para proponer una hoja de ruta de transición energética que permita adoptar una matriz compuesta íntegramente por energías renovables y no contaminantes.
La «Cumbre para la Descarbonización Sostenible e Inclusiva de las Islas Galápagos» buscará a lo largo de dos jornadas de debates y conversaciones una hoja de ruta para lograr ese objetivo y, a partir de la evidencia científica y técnica, ponerla a disposición de las autoridades.
El encuentro presentará las últimas investigaciones realizadas en torno a la iniciativa «Galápagos Living Lab for Energy Innovation», un espacio de acción creado en la cumbre mundial COP26 por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la Universidad de Edimburgo (Escocia) y la Cámara de Comercio Ecuatoriana-Británica.
A ello se sumarán ponencias de investigadores del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), y del Laboratorio Nacional Oak-Ridge (ORNL-USA).
CÓMO REEMPLAZAR DIÉSEL Y GASOLINA
Con unos 33,000 habitantes, las Islas Galápagos, la segunda reserva marina más grande del planeta y una de las mejor conservadas, recibieron el año pasado más de 267,000 turistas.
Hasta ahora la matriz energética de las Islas Galápagos se compone principalmente de la importación de diésel y de combustible del Ecuador continental, en su mayoría para abastecer a las embarcaciones que hacen actividades turísticas, mientras que le generación eólica y solar es aún muy minoritaria.
Por ellos, los participantes en el encuentro abordarán la situación de recursos energéticos e infraestructura de las islas, la seguridad y resiliencia energética, el análisis y la facilitación de inversiones, la eficiencia energética y la energía para el transporte, entre otros.
En especial evaluarán los sistemas de energía renovable para apoyar el suministro de agua, energía y alimentos y de la viabilidad para utilizar hidrógeno verde y motores eléctrico para las embarcaciones.
«EL ESCENARIO PERFECTO»
En la inauguración del encuentro participó el ministro de Ambiente y Transición Ecológica de Ecuador, José Antonio Dávalos, el viceministro de Energía, Marcelo Jaramillo, así como el rector de la USFQ, Diego Quiroga, y el director de la Universidad de Edimburgo, sir Peter Mathieson.
El ministro Dávalos advirtió que el cambio climático ha dejado de ser una amenaza inminente para convertirse en una realidad cuya única forma de enfrentar es juntos, «desde lo público y lo privado, junto a la academia y la ciencia».
Dávalos señaló que el Gobierno nacional ya está trabajando en el Plan Nacional de Transición hacia la Descarbonización y consideró que las Galápagos, consideradas un tesoro natural para el país, es «el escenario perfecto» para avanzar hacia ese objetivo con científicos y académicos.
Por su parte, Jaramillo recordó que el 2050 es la meta que se ha puesto Ecuador para dejar de usar energía de fuentes contaminantes y que en ese objetivo deben confluir tanto el sector público como el privado.
CONTRIBUCIÓN INTERNACIONAL
A su turno, Mathieson manifestó su optimismo en que este encuentro supondrá una contribución en la transición energética no sólo para Ecuador, sino para la comunidad internacional, y reiteró la necesidad de cuidar «bienes preciosos» como las Galápagos.
Asimismo, Alfredo Balarezo, del Instituto de Energía y Materiales de la USFQ, que organiza este simposio junto al Centro de Ciencias de Galápagos (CSG, por sus siglas en inglés) y la iniciativa «Galápagos Living Lab for Energy Innovation», señaló que debe ser un emblema de transición energética a nivel internacional, de la misma forma que lo ha sido en su conservación.
Ubicadas a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador, las Galápagos son consideradas un laboratorio natural, el mismo que permitió al científico inglés Charles Darwin, en el siglo XIX, desarrollar su teoría sobre la selección natural de las especies.
Este archipiélago, formado por 13 islas grandes, 6 menores y 107 islotes y rocas, fue declarado como patrimonio natural de la humanidad de la Unesco en 1978 y es la segunda reserva marina más grande del planeta, considerada una de las mejor conservadas a nivel global, a la vez que la principal atracción turística de Ecuador.