Nairobi (EFE) – El Gobierno de Kenia anunció este viernes, en el Día Mundial del Rinoceronte, un nuevo plan para proteger al rinoceronte negro, una especie en peligro crítico de extinción, que incluye la ampliación de las reservas naturales y el traslado de algunos ejemplares para garantizar la variedad genética.
«Tenemos dispositivos especiales para asegurarnos de que no perdamos ni un solo rinoceronte», aseguró el director general de la estatal Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS), Erustus Kanga, desde la sede de esa organización, en Nairobi, donde se anunció el nuevo plan.
El programa keniano, que se mantendrá vigente hasta 2026, está orientado a mantener las tasas de crecimiento y minimizar la mortalidad de los rinocerontes negros, elevando la población keniana de estos animales desde los 970 actuales a 1,200 para finales de ese año.
Durante la presentación del proyecto, la ministra de Turismo, Vida Silvestre y Patrimonio, Peninah Malonza, destacó «la suerte que tiene Kenia de ser de los pocos países que conservan estas especies de rinocerontes».
«Me complace señalar que la población de rinoceronte negro de Kenia es la tercera más grande después de las de Sudáfrica y Namibia. Además, nuestro país alberga aproximadamente el 80% de la subespecie oriental de rinoceronte negro, Diceros bicornis michaeli», añadió.
Pese a los esfuerzos de Kenia para proteger a los rinocerontes negros de la caza furtiva, estos animales están quedándose sin espacio a medida que aumentan sus poblaciones, lo que ha llevado a un incremento de las peleas territoriales entre ellos.
Según informó este jueves la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las poblaciones tanto de rinocerontes negros como de rinocerontes blancos están creciendo en África por primera vez en los últimos diez años, después de que fuesen diezmadas por la caza furtiva y la pérdida de sus hábitats.
A finales de 2022 había 23,290 rinocerontes en todo el continente, un 5.2% más que en 2021, pese a que ese año murieron al menos 561 a manos de los cazadores furtivos.
Así, en 2022 se contabilizaron un total de 6.487 rinocerontes negros en África (un 4.2% más que en 2021) y 16,803 rinocerontes blancos (un aumento del 5.6% con respecto al año anterior), según los datos de la UICN.
«Con esta buena noticia, podemos dar un suspiro de alivio por primera vez en una década. Sin embargo, es imperativo seguir consolidando y aprovechando este desarrollo positivo y no bajar la guardia», destacó en un comunicado el presidente del Grupo de Especialistas en Rinocerontes Africanos de la UICN, Michael Knight.
La caza furtiva -impulsada por la alta demanda de los cuernos de rinocerontes, sobre todo, en China y algunos países del sudeste asiático- ha llevado al borde de extinción a estos animales.