Tokio (EFE) – La localidad de Taiji, en el oeste de Japón, acogió este jueves la primera subasta de carne de ballena desde que el país retomara la caza comercial esta semana, tras más de 31 años sujeto a la moratoria de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
La carne subastada hoy, unos 66 kilos, procedía de uno de los dos ejemplares de ballena minke (rorcual aliblanco) capturados por una flota de cinco pesqueros que partió este lunes desde Kushiro, en la isla septentrional de Hokkaido, para cazar en sus costas. Uno de los navíos pertenecía a Taiji, informó la agencia de noticias Kyodo.
Esta localidad del oeste nipón, que dice ser el lugar donde surgió la caza de ballenas en Japón, está habitualmente en el centro de las críticas de activistas de todo el mundo por su cruel método de caza, que saltó a la esfera internacional a través del documental «The Cove», ganadora del Oscar en dicha categoría en 2009.
Los delfines y pequeños cetáceos se capturan en Taiji mediante un método tradicional inventado en este pueblo por el cual varias embarcaciones crean un muro de sonido que empuja a los ejemplares a la bahía en la que son seleccionados y luego arponeados.
Además de la flota de Kushiro, dos barcos balleneros y un buque-factoría zarparon desde el puerto de Shimonoseki, en la costa este, para iniciar una campaña ballenera de un semestre el mismo lunes, un día después de que Japón se retirarse formalmente de la CBI.
La Agencia Pesquera del país ha fijado una cuota de captura máxima de 52 ballenas minke, 150 de rorcual de Bryde y 25 de rorcual común.
Japón era miembro de la CBI desde el 21 de abril de 1951 y hasta ahora había respetado la moratoria en la caza comercial de la ballena acordada en 1982, aunque organizaciones animalistas aseguran que realizaba una caza comercial encubierta a través de sus programas de captura de cetáceos con fines científicos.
El país anunció su decisión de abandonar la CBI el pasado mes de diciembre, después de que el organismo internacional rechazara en septiembre su propuesta de reanudar la caza comercial de especies con poblaciones que el Gobierno japonés considera abundantes.