Ginebra, 26 oct (EFE) – La crisis climática amenaza con tener graves impactos en África, donde el aumento de las temperaturas, la elevación del nivel del mar y la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos amenazan la salud y la seguridad de millones de personas, advierte un estudio publicado hoy por Naciones Unidas.
El informe anual sobre el estado del clima en África, publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia dependiente de la ONU, señala por ejemplo que la subida del nivel del mar en las costas orientales africanas supera los cinco milímetros por año, por encima de la media global de entre tres y cuatro milímetros.
Además, un 56% de las costas de varios países de África Occidental, como Senegal o Costa de Marfil, se están erosionando de forma acelerada, alerta el estudio, que también predice «efectos devastadores en la producción de cultivos y la seguridad alimentaria».
Las sequías, las plagas y las inundaciones afectarán a un 13% del rendimiento agrícola en África Occidental y Central, del 11% en el norte del continente y del 8% en el este, advierte el estudio, que vaticina efectos especialmente adversos en los cultivos de arroz y trigo.
El estudio señala por otro lado un aumento de las enfermedades como consecuencia del calentamiento climático, por ejemplo la malaria, a consecuencia de que los mosquitos portadores de ésta cada vez pueden vivir en zonas más altas del África Oriental.
OMM calcula en el informe los efectos económicos adversos que el calentamiento global podría tener en África podrían suponer un recorte de entre el 2.2% y el 12.1% del PIB continental si la temperatura media sube entre uno y cuatro grados, con efectos más graves en la zona ecuatorial.
La investigación recuerda que en 2019 el continente sufrió desastres climáticos como el ciclón Idai, que causó cientos de miles de desplazados en países del sureste (Mozambique, Zimbabue, Malawi, Madagascar), mientras el Cuerno de África y el Sahel padecieron diversas inundaciones.
«El cambio climático está afectando cada vez con más intensidad el continente africano, golpea con más fuerza a los más vulnerables y contribuye a la inseguridad alimentaria y al desplazamiento de poblaciones», concluyó al presentar el informe el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
El finlandés recordó que en los últimos meses África también se ha visto afectada por plagas de langostas del desierto, ahora podría sufrir sequías por la influencia del fenómeno La Niña, y el costo humano y económico de éstos y otros desastres se ha visto agravado por la pandemia de COVID-19.