París, 25 de octubre de 2021 (EFE) – Prescindir totalmente de la electricidad de nuclear en 2050 en Francia y cumplir con los objetivos climáticos de cero emisiones netas de CO2 en ese horizonte saldría más caro y supondría un enorme desafío por el tirón inaudito necesario de las renovables, según el gestor francés de la red eléctrica, RTE.
En un estudio de proyecciones a 30 años vista publicado este lunes, la Red de Transporte de Electricidad (RTE, un organismo estatal) subraya que desde el punto de vista económico la mejor solución es lanzar un programa de construcción de nuevos reactores nucleares.
Los autores del estudio señalan que aunque el precio del kilovatio hora de las nuevas centrales nucleares que habría que construir es más elevado en términos brutos que el de las instalaciones renovables, como las plantas eólicas o solares, estas implican «importantes necesidades en flexibilidad».
Es decir, que dado el carácter intermitente de su funcionamiento, harían falta dispositivos de almacenamiento y de gestión de la demanda, así como centrales que pudieran aportar corriente en ciertos momentos.
Por ello, su conclusión es que «los escenarios que comprenden nuevos reactores nucleares aparecen más competitivos».
En la actualidad, los 56 reactores nucleares en servicio en Francia aportan más del 70 % de la electricidad generada en el país, aunque en términos absolutos eso representa en torno al 20 % del consumo nacional de energía.
El anterior presidente, el socialista François Hollande, hizo adoptar una ley que prevé reducir el peso de la electricidad nuclear al 50 % en 2025, pero el actual, Emmanuel Macron, apuesta por relanzar la energía atómica y quiere construir más reactores de nueva generación del tipo EPR, como el que se construye en la costa de Normandía y que acumula muchos retrasos y enormes sobrecostes.
En su estudio, RTE elabora seis escenarios diferentes, que van desde el abandono total de la energía nuclear para 2050, que significaría multiplicar las capacidades actuales de energía solar por 21 y las eólicas terrestres por cuatro, además de muchos parques eólicos marinos.
Por el contrario, en el escenario con más energía nuclear, esta pesaría tanto como las renovables en la producción de electricidad.
Los autores del informe, en cualquier caso, estiman que para cumplir con el objetivo climático del llamado «cero neto» de emisiones de dióxido de carbono (CO2) habría que reducir en un 40 % el consumo de energía en los próximos 30 años, y volver al nivel que había a finales de los años 1960.
Simultáneamente, habría que proceder a una electrificación del sistema energético (cortando el consumo de gas y gasolina, por ejemplo), de forma que la electriciddad pasaría de un 25 % del total actualmente al 55 % a mediados de siglo.
En términos absolutos, la producción eléctrica tendría que crecer de unos 400 teravatios hora actualmente a 645 en 2050 en un escenario medio.