Bruselas, 2 de diciembre de 2021 (EFE) – España, Francia, Italia, Grecia y Rumanía, pidieron este miércoles una reforma del mercado eléctrico en la Unión Europea (UE), después de que Alemania, Países Bajos y otros siete países reclamaran lo contrario, en línea con la postura que defiende la Comisión Europea (CE).
«El diseño actual del mercado puede no estar preparado para el futuro, por lo que es necesario comenzar sin demora una evaluación en profundidad de la idoneidad y funcionamiento del mercado interior de la electricidad para el horizonte 2030», señalan esos cinco países en una declaración conjunta.
El documento, difundido en vísperas de que mañana se celebre en Bruselas un consejo de ministros de Energía, se conoce unas horas después de que Alemania, Austria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Lituania, Letonia y Países Bajos pidieran también por escrito que no se modifique el mercado.
Ese bloque de países del centro y norte de Europa ha reiterado la posición marcada hace un mes y reiteraron que intervenir en el mercado ante la carestía del gas, que a través del sistema marginalista se refleja en el precio del kilovatio, podría socavar la seguridad de suministro y el desarrollo de las renovables.
Se alinean con la Comisión, que cree que no hace falta modificar la normativa europea para hacer frente al pico de precios, y se apoyan en un reciente informe preliminar de la Agencia europea de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) y emplazan a debatir sobre posibles modificaciones a partir de abril, cuando ese organismo europeo presente su estudio definitivo.
Sin embargo, el grupo de países del sur que encabezan España y Francia insta a una «rápida implementación en la Unión de la Energía de propuestas listas para usar para hacer frente a fuertes picos de energía y carbono precios, manteniendo el enfoque en la recuperación económica verde y el carbono neutralidad».
«Debemos actuar a corto plazo, para que los consumidores perciban la beneficios de las tecnologías de cero emisiones en las señales de precios mientras se protegen de la creciente volatilidad de los mercados del gas natural», señalan.
Para abrir ese debate que mañana se abordará por los Veintisiete a nivel ministerial proponen que se permita a los Estados miembros habiliten «mecanismos» diseñados a nivel europeo para garantizar «que los consumidores finales paguen precios de la electricidad que reflejan los costos del ‘mix’ de generación utilizado para atender a sus consumo».
«Estos mecanismos, basados en transferencias financieras entre productores y consumidores, no tendría ningún efecto sobre el funcionamiento del mercado mayorista, ni afectan el orden de mérito de las diferentes plantas de generación movilizadas en la energía mercado por horas», aseguran.
Sugieren también que se permita a los Estados «hacer cumplir los servicios de interés económico general diseñado para garantizar a los consumidores finales un acceso a cero emisiones y suministro de electricidad competitivo que refleje los costos de generación subyacentes».
Más allá del informe de ACER, piden que se consulte en seis meses a «las partes interesadas» para identificar «las reformas necesarias del mercado eléctrico actual para que esté preparado para el futuro y se adapte al objetivo del 55 %» de emisiones de CO2 menos en 2030.
Proponen, además, que se revise la normativa sobre «contratos de precio dinámico de la electricidad» de forma que los consumidores conozcan sus «riesgos asociados», legislar para que los consumidores puedan solicitar ofertas de suministro «que los proteja de variaciones de corto plazo» en los precios y que se incentiven los contratos a largo plazo basados en energías cero emisiones.
Por último, en cuanto a la carestía del gas, piden medidas para «abordar las fallas del mercado» y «asegurar un suministro de gas continuo y estable a precios asequibles para los consumidores», fomentar el uso y el almacenamiento de gas natural licuado y que se exploren las compras centralizadas de gas.