Quito, 25 jun (EFE) – El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) advirtió este jueves de la amenaza que supondrá para el medioambiente explotar la naturaleza para reponeros de la actual crisis económica generada por la COVID-19.
En un comunicado difundido en Quito en la víspera de que este viernes, 26 de junio, se conmemore el Día Internacional de la conservación de los bosques tropicales, la ONG con sede en Zurich (Suiza) recuerda que estos bosques cubren en torno al 50% del territorio ecuatoriano.
«Hoy más que nunca, la grave crisis que afrontamos nos permite darnos cuenta de la importancia del equilibrio de esta red de vida, pues su deterioro no solo implica una afectación directa a nuestra salud, sino también a nuestra economía», indica el WWF.
Los bosques tropicales son aquellos ubicados entre los trópicos de Capricornio y Cáncer, muy cerca de la línea ecuatorial.
En sus territorios habitan alrededor del 80% de las especies documentadas en el mundo, por lo que son ecosistemas altamente biodiversos.
«Pese a que explotar con aún más fuerza nuestros recursos naturales puede parecer una salida fácil para reponernos de las secuelas económicas que nos deja la COVID-19, esto resulta totalmente contraproducente», consideró el director de Conservación de Paisajes Terrestres de WWF-Ecuador, Jorge Rivas.
Con una industria petrolera desde los años setenta en su Amazonía, protestada por grupos ecologistas e indígenas, ahora Ecuador está volcado al desarrollo de su industria minera.
El Gobierno la vez como una solución rápida a los problemas de liquidez que arrastra en los últimos años, por lo que las concesiones se espera que aumenten.
En su crítica a esta nueva industria, Rivas agregó que «lo que causó la crisis actual es justamente la relación insostenible entre los seres humanos y la naturaleza».
«Explotar la naturaleza para reponernos de esta crisis puede significar nuevas y mayores crisis en el futuro», auguró.
En mayo pasado diferentes organizaciones, entre ellas WWF-Ecuador, rubricaron una petición al presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, en la que pedían un modelo de recuperación de la economía que no afecte a la naturaleza.
Para el representante local la ONG es «imperativo» repensar cómo se camina hacia una nueva normalidad tras el coronavirus en la que no se cometan «los errores de antes, sino que mudemos hacia una visión empática que permita salvaguardar nuestra salud y recursos a largo plazo».
En su comunicado, la organización ambientalista menciona, por ejemplo, que se cree que el virus del ébola fue resultado de las altas tasas de deforestación causadas por cultivos extensivos de cacao, palma aceitera y caucho en África.
La ONG hace un llamamiento urgente a los responsables de decisión para que protejan los bosques tropicales y otros ecosistemas del país, y a la ciudadanía a que se mantenga vigilante sobre este respecto, «pues de las decisiones que se tomen en los próximos meses dependerá el futuro de todos», concluye el documento.