Salinas, Puerto Rico – Ante las desconcertantes imágenes del “espuma party” realizado en el área del Cayo Matías en Salinas, el Secretario de Asuntos Ambientales del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y residente de este municipio, Víctor Alvarado Guzmán, señaló que dicho acto es una muestra del desastre ambiental que arropa el pueblo sureño.
“El acto de utilizar esta espuma, impactando la calidad del agua que pudiera afectar los manatíes, corales, y otras especies marinas, es una irresponsabilidad y una insensatez. Hay que evaluar si esta fiesta, que fue planificada y anunciada a través de las redes sociales, y que incluyó una tarima dentro del mar con música en vivo, tenía permiso del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), y si en el momento que ocurría hubo presencia o no del Cuerpo de Vigilantes en el área”, expresó Alvarado Guzmán.
El líder ambiental criticó al DRNA por no tomar acciones preventivas, para evitar o minimizar el impacto a los hábitats marinos.
“Esta no es la primera fiesta en lanchas que se hace en nuestra costa. En Salinas ha aumentado exponencialmente el uso de vehículos acuáticos en la bahía y los cayos. ¿El DRNA evaluó cuál ha sido el efecto que tienen todas esas lanchas en los cayos y el ambiente marino? ¿El ecosistema puede aguantar todo ese impacto y recuperarse? ¿Es segura para la salud de las personas la calidad del agua? Es fácil para la secretaria del DRNA decir ahora que tomarán acciones, cuando llevan años sin cumplir con sus funciones de proteger el ambiente”, reafirmó Alvarado.
De igual forma, el portavoz del PIP señaló que el terrible impacto ambiental que sufre Salinas es mucho más amplio.
“La administración municipal y las agencias del gobierno están permitiendo una atroz afrenta contra distintas áreas ecológicas, que repercute en la seguridad y salud de las personas. Algunas de estas son: deforestación de bosques, mangles y áreas costeras; construcción de inmensos proyectos solares en suelos agrícolas y ecológicamente sensible, que aumentan la cantidad de agua que llega a las comunidades durante inundaciones; cenizas tóxicas de carbón que afectan el agua y la salud; colocación de puentes ilegales sobre el Río Nigua que desvía el flujo del río hacia zonas habitadas; y edificación de proyectos en zonas inundables que empeoran la situación de la seguridad comunitaria”, explicó.
“Llevo toda mi vida viviendo en Salinas, y gran parte de ésta, luchando con las comunidades para buscar alternativas sostenibles y conservar el ambiente. A raíz de que en los últimos 20 años la situación ha ido escalando, hasta llegar a este momento crítico, el esfuerzo comunitario ahora es más importante que nunca. De igual forma, es inadmisible que las personas llamadas a proteger nuestras comunidades desde posiciones públicas, sean las que ponen en peligro la vida de la gente”, finalizó.