Bruselas, 28 de septiembre de 2021 (EFE) – Varias organizaciones ecologistas y ciudadanas participaron este martes en una protesta en Bruselas para reclamar que la Unión Europea abandone el Tratado de la Carta de la Energía, que permite a las multinacionales recurrir a tribunales privados de arbitraje en disputas medioambientales con Estados.
«La política de inversión que hoy en día tiene la UE favorece práctica y únicamente a las grandes multinacionales, que son las que diseñan esa política, declaró a EFE el responsable de comunicación de la Unión Europea de Servicios Públicos (EPSU, por sus siglas en inglés), Pablo Sánchez Centellas.
Según esa organización, ese polémico marco para proteger las inversiones «no tiene en cuenta los intereses de la inmensa mayoría de la población y, sobre todo, los objetivos de transición ecológica».
«Hemos visto como empresas multinacionales petroleras y gasistas llevan al arbitraje internacional a Estados porque cambian su política, por ejemplo, con el fracking o con las perforaciones petrolíferas. No podemos estar a expensas de lo que decida el consejo de administración de Shell, de British Petroleum o de cualquier empresa multinacional», subrayó.
La protesta, convocada por plataformas como la Red de Acción Climática y a la que asistieron unas decenas de personas, se produjo días antes de que arranque una nueva ronda de negociación entre la dirección general de Comercio de la Comisión Europea y los Estados miembros para modernizar ese marco de resolución de disputas.
A inicios de este mes de septiembre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sentenció que ese mecanismo de protección de las inversiones no es compatible con la normativa europea cuando se refiere a disputas entre Estados miembros de la UE, al considerar que socava la acción de los propios tribunales europeos.
«Habíamos entrado en una esquizofrenia total. Esperamos que esta sentencia del TJUE sea un cambio de rumbo total y el último clavo del ataúd de la Carta», agregó Sánchez Centellas.
El responsable de EPSU subrayó que, existiendo un mercado único, carece de «sentido que una empresa holandesa lleve a juicio a Eslovenia porque Eslovenia cambie su política medioambiental y sea más protectora del medioambiente, siguiendo las directivas europeas».