Río de Janeiro, 11 de febrero de 2022 (EFE) – La deforestación en la Amazonía brasileña se disparó en enero y batió un nuevo récord, con 430 kilómetros cuadrados de vegetación nativa devastada, cinco veces más que el área talada en el mismo mes del año pasado y la mayor destrucción en el bioma para este período desde 2016.
Se trata de un aumento del 419 % frente a enero de 2021, cuando la más extensa selva tropical del planeta perdió 82.88 kilómetros cuadrados de su cobertura vegetal, y del 87.9 % en comparación con 2016, cuando comenzó a hacerse la medición en el país, según las estimativas publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).
Los datos corresponden a la medición de la deforestación que realiza el Inpe con base en un sistema de alertas -para enero fueron 1,587 avisos- de alteraciones en la cobertura forestal de la Amazonía a partir del análisis de imágenes de satélite.
Pese a tratarse de una estimativa, la cifra suele coincidir con el dato final real, que solo es divulgado, anualmente, en el segundo semestre del año y cuyos últimos resultados no fueron buenos para la Amazonía brasileña.
Los datos oficiales señalan que entre agosto de 2020 y julio de 2021 este bioma perdió 13,235 kilómetros cuadrados de vegetación, la mayor área degradada para un periodo de 12 meses en los últimos 15 años.
Ese crecimiento ha sido atribuido por los ecologistas a la flexibilización de las medidas de control y fiscalización que se han dado durante el Gobierno de Jair Bolsonaro, que defiende la explotación económica de la Amazonía y el fin de la demarcación de nuevas reservas indígenas.
La deforestación, causada principalmente por la minería ilegal y el comercio ilícito de madera, es una de las principales causas de los incendios que han consumido buena parte de la vegetación de la Amazonía en Brasil en los últimos años y que causaron conmoción en el mundo entero dos años atrás.
De acuerdo con los expertos, la mayor selva tropical del planeta concentra el 72.5 % de toda la extracción minera del país.
En enero, los incendios de la Amazonía brasileña se dispararon un 54 %, con 1,226 focos de fuego, respecto al mismo mes de 2021, luego de que las llamas en la más extensa selva tropical del planeta hubieran dado una tregua el año pasado.