Madrid (EFE) – El grupo de especialistas climáticos de la ONU (IPCC) lo advirtió en su último informe: cada décima de calentamiento global cuenta, y según pasan los años y no se adoptan las medidas que recomienda la comunidad científica, la ventana de oportunidad para atajar el problema se va cerrando.
El 2023, que culminará con la COP28 en Dubai, acogerá también otras citas que pueden ser clave para la acción climática internacional, como la Cumbre de la Ambición Climática de Nueva York, o el G20 presidido por India, país que, según analistas del Real Instituto Elcano, podría tratar de incluir una referencia a la reducción de todos los combustibles fósiles en el comunicado del G20, «influyendo así en los resultados de la COP28».
Se espera que los próximos días se nombre a Sultan Al Jaber (enviado especial para el clima de Emiratos Árabes Unidos) como presidente de la cumbre de Dubai, la conferencia que por vigesimoctava vez reunirá a los estados signatarios de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático para abordar cómo contener el calentamiento por debajo de 1,5 ºC ó 2 ºC para el año 2100.
En la COP27 de Egipto, los países acordaron proponer un nuevo objetivo de financiación climática a largo plazo que supere los 100.000 millones de dólares anuales -objetivo que se fijaron hace más de una década pero sigue sin cumplirse-, mediante un plan que deberán presentar en marzo a más tardar.
También en ese mes está previsto que el IPCC publique su informe de síntesis AR6, que aunará los trabajos realizados por los tres grupos de trabajo publicados entre 2021 y 2022, en los que actualizaron todo lo que se conoce sobre la ciencia del cambio climático, sus impactos y sus posibles soluciones.
Entre el 21 y el 23 de abril se celebrará en Washington DC la reunión de primavera del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde de acuerdo con la declaración adoptada por los estados en la cumbre del clima de Sharm el Sheij (COP27), se deberá plantear una reforma.
Los países en desarrollo, y particularmente los más afectados por la crisis climática, inciden en la necesidad de transformar el sistema financiero internacional que, alegan, limita su capacidad de adaptarse y de actuar frente a la crisis climática, y se espera que en esa reunión la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, presente su “Agenda de Bridgetown”, una propuesta que respalda la Unión Europea.
Entre el 5 y el 15 de junio Bonn acogerá lo que se conoce como “pre-COP”, el encuentro donde se prepara la cumbre del clima que tiene lugar anualmente desde 1995 -salvo en 2020, por la pandemia- para retomar las negociaciones climáticas internacionales.
Entre el 12 y el 30 de septiembre, la Asamblea General de la ONU se dará cita en su sede en Nueva York, donde tendrá lugar además una «Cumbre de Ambición Climática” convocada por el Secretario General, António Guteres, quien dejó claro que quedan excuidos del encuentro “retractores, ‘greenwashers’ (ecoimpostores), culpabilizadores o reempaquetadores de anuncios de años anteriores».
En octubre, el Banco Mundial y el FMI están llamados a reunirse de nuevo en la capital estadounidense, donde estas instituciones tienen la sede.
Por último, entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre la ciudad de Dubai será el escenario para la COP28, en la que cerca de 200 países deberán convenir cómo rebajar las emisiones GEI globales, lograr más financiación para ayudar a países en desarrollo a adaptarse a los impactos climáticos y a contribuir a los esfuerzos de mitigación.