Por Fatima Zohra Bouaziz
Benguerir (Marruecos) (EFE) – «Hay que popularizar mucho más el hidrógeno verde» para hacer que su precio sea más competitivo e introducirlo en la transición energética, afirma en una entrevista a EFE el medioambientalista suizo Bertrand Piccard, que esta semana presentó en Marruecos su proyecto del primer avión propulsado por esta energía con el que planea dar la vuelta al mundo sin escalas en 2028.
Piccard participó en la reunión de primavera del Foro de París por la Paz organizado en la Universidad Politécnica Mohamed VI (UM6P) de la ciudad marroquí de Benguerir, un encuentro que hizo hincapié sobre la transición energética.
La vuelta al mundo con hidrógeno verde
Piccard -que en 1999 completó la primera circunvalación al mundo en globo aerostático sin escalas- insistió en la importancia de su nuevo avión ecológico ‘Climate Impulse’, del que son socios también la UM6P y la compañía estatal de fosfatos marroquí OCP, que dará la vuelta al mundo durante nueve días, sin escalas y propulsado únicamente por hidrógeno verde.
«El avión está en construcción, no es solo una idea, es un proyecto concreto. Estamos en proceso de sacar las piezas de los moldes y vamos a construir los tanques de hidrógeno. Hay que entender que se trata de tanques de hidrógeno líquido que está almacenado a -253 grados, muy cerca del cero absoluto, y se puede conservar en cantidades suficientes para hacer 9 días de vuelo sin repostaje», explica.
La aeronave se construirá a base de materiales de la empresa científica Syensqo para darle la ligereza y otras propiedades necesarias para poder volar, contará con una pequeña cama de descanso, una cocina y un baño, y se espera que vuele a una altura máxima de 3.000 metros.
El nuevo proyecto tendrá mayores dimensiones que el avión solar ‘Solar Impulse’ que efectúo en 2012 su primer vuelo intercontinental, en una trayectoria de ida y vuelta entre Suiza y Marruecos, y en un recorrido total de 3.000 kilómetros con algunas paradas, entre ellas Madrid.
Piccard apunta que no se sabe todavía desde dónde saldrá el nuevo avión, pero añade que ya en 2026 se empezará con vuelos prueba y de entrenamiento que incluirán sobrevolar el espacio aéreo marroquí.
El explorador suizo detalla que la asociación con la UM6P y la empresa OCP consiste en implicar a los estudiantes marroquíes en la transferencia de tecnologías y «mostrar soluciones que protejan el medio ambiente de forma económicamente rentable, permitiendo así a Marruecos facilitar la transición ecológica y energética» en un país que está apostando en los últimos años por esta energía.
Cambiar las mentalidades
Con ‘Climate Impulse’ Piccard dice que su objetivo es dar esperanza a gente que no cree en el futuro de las energías limpias.
«Vivimos en un momento en el que mucha gente está perdiendo la esperanza y piensa que no hay soluciones para luchar contra el cambio climático, y lo que me gustaría hacer es demostrar que hay soluciones, restaurar la esperanza y la acción», asevera.
A este respecto, el explorador suizo cree que para promover la industria del hidrógeno verde hay que impulsar la oferta y la demanda, conseguir que esta industria «sea mucho más popular» y demostrar que tiene futuro, concretamente para almacenar esta energía renovable que es intermitente para utilizarla de manera constante «gracias a la transformación del hidrógeno».
«El proyecto ‘Climate Impulse’ quiere demostrar hasta dónde podemos llegar con el hidrógeno: una vuelta al mundo sin escalas. ¡Es imposible hacerlo mejor!, ¡No podemos hacer más! Y si somos capaces de hacerlo en el cielo, donde es más difícil, pues obviamente, podemos hacerlo en la tierra», dice.
Piccard se muestra confiado con la posibilidad de cambiar las mentalidades sobre esta nueva energía y recuerda que con su primer avión solar se encontró con representantes de pueblos marroquíes que querían la electricidad convencional con cables, pero al ver su proyecto cambiaron de idea y optaron por la energía solar.
«Hay que hacer lo mismo ahora con el hidrógeno y demostrar que es una industria moderna y eficiente que tiene futuro. Lo único que hace falta es que haya suficiente para que el precio del hidrógeno baje y sea accesible para todos», insiste.