La excelencia de la puesta en escena de este maravilloso musical y el masivo respaldo del público obligan a que la misma se repita todos los años. Es simplemente estupenda
Por Sandra D. Rodríguez Cotto
El veredicto musical de La Familia Addams es el siguiente: Esta producción debería ser para Halloween lo que es El Cascanueces para la Navidad, una obra que se presenta todos los años. Fue tan excelente esta puesta en escena que el musical merece ser repetido para que más gente tenga el privilegio y el placer de verlo y que se convierta en una nueva tradición puertorriqueña.
De entrada, hay que felicitar a BAS Entertainment y a sus auspiciadores por apostar a traer a Puerto Rico un teatro distinto, de calidad tipo Broadway, para que el público puertorriqueño disfrute de los mejores músicos y un elenco espectacular. Todo fue adaptado a nuestra realidad, incluso con algunos chistes de temas actuales locales, pero con una música y presentación que nada tiene que envidiarle a las mejores del planeta.
Este musical es parte de la temporada Broadway en San Juan, que ha traído In the Heights y Hamilton, entre otras obras, y es un privilegio verlo. Lo disfrutó toda la audiencia, que incluía niñas que vi, de nueve y diez años, hasta personas mayores, como mi padre, quien precisamente ayer cumplía 80 años. Fue para toda la familia.
La presentación fue excelente en todos los aspectos: desde lo musical —fue perfecta esa orquesta dirigida por Juan Carlos Rodríguez—, pasando por la escenografía, el juego de luces, la tecnología utilizada para recrear escenas que parecían cuadros o retratos vivos, y toda la ambientación, que lograba que el espectador se sintiera parte de ese mundo de los Locos Addams, como se les llamaba en la versión de televisión.
Junto con la escenografía, desde el inicio del musical, el grupo de los “Ancestros” te lleva a ese mundo mágico y oscuro, casi de la mano. Como espectador, te sientes parte de la obra. Los “Ancestros” son el cuerpo de bailarines compuesto por Adrián Isaac, Alejandra Reyes, Allison Trinta, Brian Márquez, Heber Mejía, Jesús Sánchez, Luz Marina Cardona, Nicole Angelis, Ricardo Arribas, Ricardo Laboy, Solimar Arzola, Sonya Hernández, Stella Casas y Yan Carlos Díaz.
Los menciono por nombres y apellidos porque, por lo general, estos artistas no suelen ser reconocidos en las obras, pero en La Familia Addams, ellos son quienes te sitúan como espectador y te transportan, manteniendo el hilo conductor de la trama, elevando el nivel y preparando al público para el manjar que traían los actores y actrices principales. Así que mi primer gran aplauso va para el grupo de bailarines, “Los Ancestros”.
A partir de ahí, y si pudiera con un altoparlante gritaría “¡son los mejores!” a cada uno de los 10 actores que encarnaron los personajes principales de esta pieza. Fue perfecta. No vi ni un desliz, ni un titubeo, ni un error. Todos estuvieron impecables, entregando su corazón y su arte al público, que los ovacionó una y otra vez, en un recinto repleto como estaba la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes.
El segundo gran aplauso va para el director escénico y coreógrafo, Marcos Santana, quien debe tener dones místicos o, quizá, ser mago para lograr unir todo ese ambiente, dirigir y coordinar esta pieza. Pero vamos a los actores, que hay mucho que decir.
Comienzo con Juan Pablo (Juanpi) Díaz en el papel del tío Lucas. Es indescriptible el talento de este joven. Quienes lo conocemos sabemos lo gran artista que es, pero esa capacidad de meterse en un personaje como lo hizo, emociona. Da tanto a este país que merece un premio. Fue quien llevó el hilo conductor y hacía reír incluso con su manera de caminar. Él era el tío Lucas, no solo un personaje. Los matices en su voz son maravillosos. Quien lo hereda no lo hurta; canta hasta mejor que su padre, Rafael José, y eso es mucho decir. Muchas felicidades a Juan Pablo y gracias, de corazón.
Juanpi es también hijo de una de las grandes de este país, Magaly Carrasquillo, quien en esta pieza interpretó a la abuela. ¡Qué maravillosa en ese personaje! La voz, el personaje, los bailes. Tuve la oportunidad de decírselo y abrazarla fuertemente porque hizo un gran trabajo.
Otra revelación fue el adolescente Noah Seda, quien interpretó a Pericles Addams. Le veo un futuro brillante, pues tiene una voz extraordinaria y una presencia escénica impresionante para tener apenas 14 años. Bravo.
De Joaquín Jarque se puede decir tanto. Con una trayectoria extraordinaria en las tablas de esta patria, es, sin duda, uno de los mejores actores y cantantes. En el personaje de Largo, fue excelente, como siempre. Aunque no tuvo mucho diálogo, su actuación amarra la obra y conmueve. Su última canción arrancó un aplauso de pie de los espectadores.
Este musical presenta el amor de manera inesperada entre los personajes de Morticia y Gómez Addams. Son varias historias de amor las que se cuentan, y por eso quiero destacar al talentoso Luis Obed Velázquez, quien interpreta a Tomás Beineke, enamorado del personaje de Merlina (Wednesday en inglés). Luis Obed parecía un veterano en su interpretación. Muy bueno.
Su padre es interpretado por Víctor Santiago, quien ya tiene experiencia en musicales como Hairspray, Grease, y Mamma Mia, y demuestra su gran talento como cantante y actor. Participó en Evita, donde encarnó al Che, pero en La Familia Addams interpreta a Mauricio Beineke, y lo hace de forma excelente. Canta, baila y actúa con una gran naturalidad.
El personaje de su esposa, Alicia Beineke, lo interpreta una de las grandes actrices puertorriqueñas, Sara Jarque. ¿Qué puedo decir de Sarita? La sigo desde 1994, y siempre ha sido una de las mejores en el teatro puertorriqueño. Donde más se luce es en los musicales. Canta bien y baila excelente. Brava.
Destaco también a Yeidimar Ramos, quien encarna a Merlina Addams. La interpretó tan bien que no me cabe duda de que pronto la veremos en Broadway. ¡Qué voz! La actuación fue precisa y limpia.
Finalmente, los actores principales, Denise Quiñones y Ernesto Concepción. Ambos son de los más talentosos en la historia del teatro puertorriqueño.
Denise, a quien conocí cuando fue Miss Universe 2001, ha evolucionado como actriz, y en La Familia Addams lució perfecta en los bailes y canciones. Ernesto, en el papel de Gómez Addams, mostró una interpretación cuidada y exquisita que está a la altura de los más grandes escenarios. Ambos hicieron magia en el escenario.
En resumen, La Familia Addams ha sido uno de los mejores regalos que el teatro ha dado a Puerto Rico en estos tiempos. Justo en momentos difíciles, esta dosis de arte y cultura es necesaria. Me alegra saber que hay una función adicional el 10 de noviembre. Mi voto va por que La Familia Addams se convierta en la versión de Halloween de lo que es El Cascanueces para la Navidad. Que se haga todos los años. Estoy segura de que la gente llenará la sala.