El salsero cautivó con su talento, nostalgia y colaboraciones sorprendentes
SAN JUAN, Puerto Rico – El Coliseo José Miguel Agrelot vibró la noche del sábado con la energía y el talento del salsero Jerry Rivera, quien celebró 35 años de carrera musical con el espectáculo “Mi trayectoria”. La velada, producida por Paco López y No Limit Entertainment, dejó claro por qué Rivera sigue siendo un ícono indiscutible de la salsa romántica.
Con un inicio emotivo que incluyó visuales de sus más de 15 producciones discográficas, el público recibió al artista con una ovación. Acompañado por una orquesta de más de 30 músicos y un grupo de bailarines, Rivera abrió la noche con el tema “Dime tú”, marcando el inicio de un recorrido musical lleno de nostalgia.
Éxitos atemporales y colaboraciones especiales
Rivera deleitó a sus fanáticos con clásicos como “Esa niña”, “Nada sin ti” y “Cara de niño”, agradeciendo al público por su apoyo incondicional a lo largo de su trayectoria. El artista destacó su versatilidad al incluir en el repertorio canciones como “No hieras más mi vida” y “La oportunidad”, esta última escrita por su madre, quien estuvo presente en el evento.
Uno de los momentos más destacados fue la participación de Luis Enrique, quien subió al escenario para interpretar junto a Rivera el icónico tema “Tú no le amas le temes”. El nicaragüense también deleitó a la audiencia con “Yo no sé mañana”.
El espectáculo continuó con interpretaciones memorables de temas como “Me estoy enamorando”, “Un amor verdadero” y “Herida mortal”. El público estalló en aplausos con la interpretación de “Ese”, uno de los más esperados de la noche.
Sorpresas de Farruko y Elvis Crespo
Farruko, el segundo invitado especial, se unió a Rivera para cantar “Qué hay de malo”, un momento que fusionó la salsa romántica con la energía urbana. Rivera también sorprendió al anunciar que podría incursionar en el merengue en 2025, una revelación que preparó el escenario para Elvis Crespo. Juntos interpretaron “Nuestra canción”, antes de que Crespo cerrara su participación con los éxitos “Suavemente” y “Tu sonrisa”.
Un homenaje emotivo y un cierre apoteósico
En un gesto conmovedor, Rivera rindió homenaje al fenecido Lalo Rodríguez mediante un holograma proyectado en las pantallas, arrancando lágrimas y aplausos del público. El cierre de la noche llegó con el clásico “Amores como el nuestro”, un broche de oro para una velada inolvidable.
Durante más de dos horas, Jerry Rivera no solo celebró su legado musical, sino que también mostró su capacidad de reinventarse e integrar otros géneros como la plena, el merengue y la música urbana. El Coliseo se convirtió en una pista de baile gigante, confirmando que, a 35 años de su debut, Rivera sigue siendo el eterno «Cara de niño» del corazón de sus fanáticos.