La cantante será incluida en el Salón de la Fama de la Fama de la Música en Puerto Rico
Por Sandra D. Rodríguez Cotto
En Blanco y Negro
Ha cantado con los grandes. Celia Cruz cantó con ella, Tito Puente la quería como estelar en su orquesta, Willie Rosario le regala canciones, Tito Nieves, Nino Segarra, El Canario y Domingo Quiñones la quieren a su lado, y el caballero de la salsa, Gilberto Santa Rosa, graba a la menor provocación con ella porque le gusta hacerle la segunda voz.
Es una estrella del pentagrama musical boricua, que se ha presentado más de 40 veces en Colombia y en muchas plazas latinoamericanas donde le abre las puertas para que otros cantantes puertorriqueños puedan triunfar. Pero aquí en la isla, su música no la tocan en la radio porque son muchas las barreras que ha tenido que seguir rompiendo en el mundo de la salsa. Se trata de Choco Orta.
Virgen Orta es su nombre de pila, pero todos la conocen por el apodo, Choco. Toca congas, compone canciones, es bailarina con formación profesional y graduada de pedagogía. También ha actuado en múltiples miniseries y obras teatrales, hace documentales y produce discos con raperas y salseros por igual.
“Hay que hacer de todo para mantenerse vigente en este medio”, dice rápidamente Orta.
La cantante santurcina romperá otro hito en la historia de la música puertorriqueña el 4 de agosto, cuando se convertirá en la primera mujer en ser honrada con un busto en la icónica Plaza de los Salseros en Villa Palmeras, cuna de la salsa.
El alcalde de la capital, Miguel Romero, le avisó que desde hace tiempo en el Municipio de San Juan la vienen observando y celebrando sus triunfos. La escogieron, sin discusión alguna, porque saben que siempre ha estado fajada, representando con dignidad a Santurce, su barrio natal.
En esa plaza estará su figura, como la única mujer entre otros grandes que fueron los precursores de la salsa, como «El Sonero Mayor» Ismael Rivera, Pellín Rodríguez y Héctor Lavoe, entre otros.
Una semana más tarde de ese evento, la cantante será exaltada al Salón de la Fama de la Música en Puerto Rico en un evento a celebrarse en el Conservatorio de Música. Luego, Choco Orta será quien abra el concierto del famoso grupo de Gipsy Kings.
Momento Estelar
Orta reconoce que vive un momento importante en su carrera donde finalmente recoge tantos años de sacrificio y trabajo continuo. También lo ve como una reivindicación de la mujer en el género de la salsa, e insiste en que las soneras tienen que unirse y reclamar más espacios. Dice que deben emular a los reguetoneros que siempre trabajan juntos para conseguir mejores condiciones.
“Para mí esto es un gran honor, pero lo asumo con humildad y con alegría”, dijo Orta. “Cuando me llamaron para darme este premio me dijeron que yo era la querendona y la fajona. Que soy de Santurce, y el premio es para mí, pero desde el primer momento yo quiero mencionar y reconocer a mis colegas como Fé Cortijo, Yolanda Rivera, La India y otras que ellas también son merecedoras”.
Ser la primera dentro de nueve hombres en la Plaza de los Salseros no significa que no sean más. De hecho, Orta compuso una canción titulada “Homenaje a las soneras”, en la que honra a más de 50 mujeres en la salsa de Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, Venezuela, Colombia, Estados Unidos y hasta Japón.
“Tenemos que rellenar todos los espacios. Todos los huecos que nos han negado”, dijo. Pero ese número, tampoco lo tocan en la radio puertorriqueña.
Silencian a las Mujeres
Orta ha compuesto decenas de números, produce su música y ha cantado con los salseros más famosos, pero su música es desconocida para la inmensa mayoría de los puertorriqueños porque la radio la silencia por ser mujer, negra y miembro de la comunidad LGBTQ+. Irónicamente, tiene éxitos en toda Sudamérica y hasta en Europa, donde se ha presentado en diversos países.
“Hay dos historias reales que decodifiqué y te las estoy dando como primicia porque están en el libro que voy a publicar”, dijo. “En una ocasión un director de programación de una de las emisoras de radio de salsa, hizo un comentario que me llegó a los oídos diciendo: ‘aquí Choco Orta pa’ las latas’. Y yo le digo ¿qué quiere decir esto?”, sin revelar el nombre.
Pasaron los años y no tocaban sus canciones hasta que ella produjo el disco titulado Choco Swing. Cuando fue con su promotor musical de gira a visitar emisoras, el productor le reveló que la habían boicoteado.
“Me dice: ‘por ti pagaron contra-payola para que tu música no se toque en la radio’. Y yo le digo, ¿por qué, si todos los hombres tienen oportunidad de que se toque su música y de manifestarse? Él me dice: ‘Pagaron para que la tuya no’, y yo dije, ah eso se lo hicieron a La Lupe para impulsar a Celia Cruz”, narró.
Hasta el chismoso ya fallecido Charlie Too Much le preguntó en televisión que por qué quería ser salsera si era tan fea y ella se echó a llorar. Pero con el tiempo, maduró.
La manera en que enfrentó ese boicot y censura previa cuando era joven, y que lo ha seguido enfrentando por más de 20 años, ha sido concentrándose en mejorar su carrera. También en diversificarse e innovar. Produce sus vídeos y graba con jóvenes, como las voces nuevas del rap como Lady Step, o con figuras importantes como Gilberto Santa Rosa.
Superando el Prejuicio
“Donde la industria macharrana, misógina y homofóbica y los machos me han dicho: ‘Tú eres negra, tienes una identidad sexual diferente. Tienes la nariz chata. No eres lo que el establecimiento pide. Te vamos a permitir estar en aquella esquina’. Y yo decía: ‘Pero si yo quería estar en el medio’”, dijo Orta.
“Puede que ustedes se pueden ir para pa’l carajete. Yo voy pa’l medio. Me quieras tú o no me quieras tú. Voy a hacer lo que pueda por impulsar esta carrera”, dijo, y encaminó sus triunfos fuera de Puerto Rico. Ya muchos cantantes de salsa quisieran tener su éxito en América Latina.
“Las gracias se las doy a Tony Moreno, Gunda Merced y Musical Productions, que cuando me grabaron el disco “Sentimiento y Sabor”, lo colocaron en Colombia. Además, la canción “Basta”, de la autoría de Poldo Castro. Es el éxito más rotundo que he tenido, seguido de ‘¿Y qué de mí?’, ‘Yo perdí el corazón’, y ‘Qué paguen’. Son unos temas fuertísimos que aquí en Puerto Rico no se tocan en la radio”, añadió.
Orta tiene siete discos propios, más de 20 colaboraciones y sobre 120 números. Pero su mantra de vida le ha hecho ver el mundo desde otra perspectiva.
“La mezquindad de las personas dura poco. Ese poco pueden ser 10, 20 años, claro, pero si yo soy persistente y paciente, como lo he sido, un día se me da. Si yo grabo, y grabo bien, con swing, música sabrosa, cuando yo dé el palo, que lo voy a dar, indefectiblemente, se van todas las hijas y los hijos míos detrás”, acotó.
Ya ese ‘palo’ comienza a formarse con los reconocimientos aquí y las presentaciones en el exterior que vienen en las próximas semanas.