SAN JUAN, Puerto Rico – “Maricón”, adjetivo despectivo que viene de “marica”, que era como se les decía a los homosexuales, según el diccionario de la Real Academia Española. Es una palabra cargada de ese odio que ha pasado de generación en generación hasta nuestros días, y enfrentarla en el Puerto Rico del 2023 no es fácil.
Mucho menos, el reconocer que aquí, hace 180 años, acusaron, torturaron y sentenciaron a un hombre por ese delito. Así aparece registrado “Por maricón”. Considerando que la sodomía era un delito que se eliminó en el 2005, se puede entender la carga y el estigma social que trae esa palabra en Puerto Rico, que demuestra que la homofobia es algo enraizado en la cultura. Pero precisamente para enfrentar esos prejuicios y derrumbarlos, existe el arte, y el teatro.
Esa es la misión que trae una fuerte pieza teatral que sube a escena este viernes, 3 de noviembre en el Centro de Bellas Artes. Titulada “1843 por maricón” es un drama histórico sobre el proceso que se llevó por sodomía contra Francisco Sabat y José Colombo en San Juan, Puerto Rico en el 1842 con un sentencia en el 1843.
Protagonizado por el primerísimo actor Joaquín Jarque, y con un elenco estelar de la Compañía Nacional de Teatro, la obra devela uno de los procesos judiciales más despiadados y desconocidos en la historia de Puerto Rico durante siglo 19. Documentos encontrados en el Archivo General de Puerto Rico por el historiador César Augusto Salcedo Chirinos, exponen los detalles de ese caso que conmovió la sociedad sanjuanera y reveló los corruptos entramados de la justicia española de ese momento.
Fue a partir de esos notables descubrimientos históricos, que el dramaturgo Roberto Ramos Perea escribe la obra “1843 – Por Maricón” para dar vida escénica a lo que fueron entonces los primeros indicios de un reclamo de derechos de igualdad homosexuales en Puerto Rico. El laberinto de las maldicientes intrigas de vecinos, los celos irracionales, la violencia militar y la ceguera del prejuicio se exponen claramente en el texto. La obra presenta además la persecución contra la inteligencia y la cultura con que, además de su orientación sexual conocida-, el mulato ilustrado Francisco Sabat, confrontaba la ignorancia de los capitalinos de entonces. Para entender la relevancia histórica de la obra, conversamos con el dramaturgo sobre esta puesta en escena y su importancia en el momento histórico que vive Puerto Rico, a 180 años de esos sucesos.
Ey Boricua (EY): Roberto, ¿De qué se trata esta obra?
RP: “Es una obra histórica, que está basada en unos descubrimientos históricos que hizo el colega César Salcedo Chirino, que tratan sobre el primer proceso por sodomía que se desarrolló en Puerto Rico en el año 1843. Es un caso en el que a un ser humano lo procesan criminalmente, lo torturan, lo encarcelan para tiempos de España porque tenía el terrible defecto de enamorarse de una persona del mismo sexo. Y a nosotros pues nos resulta importante. Entendemos que conocer esta verdad es vital para que entendamos no solamente las luchas del pasado, sino las luchas del presente. La historia explica lo que somos.
“Así que vamos a ver ese proceso legal como se desarrolló, como este mulato, sastre, este intelectual en 1843 es acusado del delito de sodomía por haber tenido una relación ilícita con un soldado español, y todo lo que fue el proceso, Ver cómo fue eso socialmente y después como llega a las Cortes y cómo es condenado, cómo es torturado, por el simple hecho de amar a una persona de su mismo sexo”.
EY: ¿Por qué escoger este tema y por qué ese título?
RP: “Porque la historia explica lo que somos. Nosotros los puertorriqueños no nacimos ayer. Nosotros no somos hijos de una pugna política barata como la que vivimos hoy. Nosotros somos hijos de un gran proceso de lucha, de un gran proceso de identidad y de formación de una personalidad. Y en ese sentido, las luchas por las reivindicaciones de los derechos homosexuales han jugado un papel importantísimo en el desarrollo de esa identidad puertorriqueña, y a nosotros nos interesa mucho llevar eso a escena. Llevarlo no solamente para que la gente lo conozca, sino llevarlo de manera gratuita, de manera libre y accesible a todos. Nosotros no estamos cobrando”. “El propio legajo del proceso criminal estigmatizó con la palabra “maricón” a uno de los imputados del caso, institucionalizando así la persecución, el prejuicio y justificando las torturas y penas impuestas por una legalidad obtusa y salvaje como lo fue la del derecho español decimonónico”.
EY: Siempre presentan obras gratis. ¿Por qué, si eso no es lo usual?
RP: “La Compañía Nacional no cobra nunca por la taquilla de su trabajo, porque creemos que la cultura es un derecho de los pueblos. No es un privilegio del que tenga chavos pa’ pagar una taquilla. Y sabemos que una taquilla en este país es cara, y hay veces que la gente paga 40, 60, por ver una obra de teatro que ni siquiera vale cinco. Pero nosotros tenemos una misión política, histórica, social y sobre todo puertorriqueña en todo el sentido de la palabra. Queremos educar y que la gente conozca su historia a través del teatro”.
EY: En años recientes hemos visto como una intención de volver a revivir controversias sobre la orientación sexual, las legislaciones que se radican contra personas con identidad de género homosexual, y vemos como una retranca, pero tú traes ahora esta obra que presenta estas discusiones como algo de nuestra historia y algo que quizás la mayoría de la gente desconocía.
RP: “Fíjate la pertinencia ahora que aparecen estos partidos radicales y religiosos, como en el caso de Proyecto Dignidad y toda la cantidad de barbaridades que esta gente se pasa diciendo en los medios que lo que hacen es precisamente echarnos hacia atrás. Retroceder todos los adelantos que los diferentes sectores sociales han logrado a través de la historia por simplemente un capricho puramente religioso. No es ni siquiera moral, es puramente religioso. Y nosotros, pues, tenemos nuestras batallas religiosas, al igual que la tiene Medio Oriente, ¿no? Nosotros tenemos que combatir precisamente esa lucha irracional, ese salvajismo del fanatismo con que nos tenemos que enfrentar día a día, y por eso es que es necesario recordar esto”.
“Acuérdate que el teatro es la memoria de la civilización. Nosotros, como pueblo, nos conocemos a través de lo que vemos en los escenarios y afortunadamente, pues existen dramaturgos que están muy preocupados por su presente, por su circunstancia social. Yo soy uno de ellos. Tengo muchísimos colegas que han trabajado también el teatro histórico con la finalidad de que esa idiosincrasia puertorriqueña permanezca en la memoria y permanezca en los libros y permanezca en la prensa de alguna medida”.
EY: A diferencia de otras obras que tú has presentado en el teatro Arriví, esta será en el Centro de Bellas Artes, en la sala Carlos Marichal.
RP: “La Compañía Nacional de Teatro del Instituto Tapia forma parte de un proyecto de residencias artísticas que Pérez Morgado, el gerente del Centro de Bellas Artes, ha tenido la gentileza de incluirnos y allí pues no se nos cede la pequeña salita experimental. Pues con muchísima alegría porque tenemos un acuerdo el Instituto Tapia, Producciones Aragua de Florentino Rodríguez y yo nos hemos acercado, y Bellas Artes ha entendido el propósito de lo que estamos haciendo y tenemos su respaldo incondicional también. También tenemos el respaldo de ciertas compañías privadas. Tenemos a Party City que se ha solidarizado muchísimo con todo lo que hacemos y pues permíteme que lo mencione porque ellos aportan al teatro”.
EY: Tienes al primerísimo actor Joaquín Jarque junto al elenco de la Compañía Nacional de Teatro.
RP: “Joaquín está contentísimo con el trabajo y nosotros más que contentos, asombrados de la maravilla del talento de este hombre que de manera tan desinteresada nos ha dicho que sí, y la comunicación y la relación con los actores de la Compañía Nacional de Teatro ha sido gloriosa. Es más que de amistad, una solidaridad en el propósito de lo que estamos haciendo, que es asombrosa. Y yo estoy más que agradecido de mi hermano Quino. Esta misma obra nos abre la puerta para otros trabajos que vamos a hacer en el futuro”.
Además de Jarque, el elenco lo componen los primerísimos actores de la Compañía Nacional de Teatro con el primerísimo actor Nelson Alvarado en el personaje del sastre mulato Francisco Sabat.
El también primer actor Israel Solla interpreta el Sargento José Colombo; Melissa Reyes es la prostituta Felipa Sierra, Sonia Rodríguez tiene el papel de Juana Almira, la madre de Sabat; Cybel Delgado como la intrigante vecina Margarita Hernáiz, Jesús Aguad como el torturador Domínguez y Luis Javier Lopez como el procurador.
Jarque tiene el principal papel del fiscal Antonio López, quien investigó la causa y condenó cruelmente los hechos, entre otros actores. Las funciones de la obra en la Sala Experimental Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes se llevarán a cabo por tres fines de semana desde el 3 de noviembre, en funciones viernes y sábados a las 8:30 pm y domingos a las 4:30 pm.
La entrada es absolutamente libre y gratuita con algunas restricciones. No se hacen reservaciones y el público entrará a sala por orden de llegada. 190 butacas máximo por función disponibles.
Es decir, se recomienda que lleguen temprano al Centro de Bellas Artes ya que los boletos se reparten desde las 6:30 pm, viernes y sábados, y domingos desde las 2:30 pm. Para más detalles www.institutoalejandrotapia.org o el Centro de Bellas Artes.