La administración municipal de Ponce, impulsa iniciativas para preservar la memoria de la tragedia de Mameyes, integrando la historia del sector en la oferta turística de la ciudad
San Juan, Puerto Rico – El sector Mameyes en Ponce, es un lugar marcado por el dolor y la tragedia. En 1985, un deslizamiento de tierra causado por lluvias torrenciales sepultó a esta vibrante comunidad, cobrando la vida de cientos de personas y destruyendo numerosas viviendas. Hoy, a casi cuatro décadas de aquel fatídico día, la alcaldesa interina de Ponce, Marlese Sifre Rodríguez, encabeza esfuerzos para honrar a las víctimas y rescatar la rica historia de la comunidad.
A pesar de no ser considerado un atractivo turístico tradicional, el interés histórico y cultural por Mameyes sigue vigente. La tragedia sirve como un recordatorio de la vulnerabilidad de muchas zonas en Puerto Rico frente a desastres naturales, así como de las lecciones aprendidas en cuanto a la planificación urbana y la preservación de vidas humanas. Como parte de su plan para conmemorar a las víctimas, la Oficina de Turismo Municipal ha incorporado a Mameyes en el recorrido turístico de «City of Rum», una iniciativa que busca destacar los puntos de interés de la ciudad.
Uno de los mayores desafíos que enfrentaron administraciones pasadas fue el mantenimiento del memorial en honor a las víctimas. Al ser una zona extensa y boscosa, solo se acondicionaba para el mes de octubre, coincidiendo con el aniversario de la tragedia. No obstante, gracias a un acuerdo entre el Municipio de Ponce y el Patronato del Castillo Serrallés, esta área ahora recibe un cuidado continuo, lo que asegura su preservación y respeto. Además, la iniciativa incluye la restauración y exhibición del Acueducto Alfonso XII, una joya arquitectónica que formaba parte integral de la comunidad de Mameyes.
«Estamos sumamente contentos con el compromiso de nuestros empleados municipales para habilitar este memorial y sus áreas adyacentes», expresó Sifre Rodríguez. «Las personas que vivían allí, las figuras que se criaron en Mameyes y contribuyeron a Ponce, el desastre, el acueducto, todo merece ser recordado y contado a las nuevas generaciones». La alcaldesa resaltó que el desastre de Mameyes dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de Puerto Rico y que el dolor que causó es, al mismo tiempo, una lección de fortaleza y resiliencia.
El memorial y las iniciativas culturales y educativas asociadas buscan convertir a Mameyes en un referente histórico y un símbolo de superación ante los desastres naturales. A medida que el sector sigue formando parte del recorrido turístico de Ponce, los visitantes podrán comprender más sobre la tragedia, la lucha de la comunidad por recuperarse y la importancia de recordar el pasado para enfrentar el futuro.