Consolidar regulaciones, fortalecer la actividad empresarial y asegurar la calidad de vida de los residentes son los principales objetivos del Código, según Daphne Barbeito
SAN JUAN, Puerto Rico – La administración municipal de San Juan bajo el alcalde Miguel Romero reafirma su compromiso con el Código de Orden Público, argumentando que ha permitido crear un entorno equilibrado para comerciantes y residentes.
“El código no solo crea un marco único para la ciudad, sino que asegura la operación ordenada de los negocios y protege la calidad de vida de los residentes”, afirmó Daphne Barbeito, directora de Desarrollo Económico y Turismo de la Ciudad Capital, durante una entrevista en las instalaciones del «Concierge Empresarial» del municipio en Plaza Las Américas.
Barbeito detalló que antes de la implementación del Código existían más de 13 normativas separadas en San Juan, lo cual creaba confusión tanto para la ciudadanía como para las agencias de aplicación de la ley.
“Era necesario unificar las reglas del juego para que la ciudadanía y los empresarios supieran a qué atenerse y se sintieran apoyados en su proceso de crecimiento”, comentó. La consolidación de estas en un solo documento busca facilitar la gestión y el cumplimiento, asegurando que todos conozcan las normativas y puedan cumplirlas de manera efectiva.
Barbeito abordó la situación económica de la capital, subrayando que el municipio ha experimentado un crecimiento notable en el número de establecimientos comerciales.
“Cuando el alcalde Miguel Romero asumió su mandato, había un promedio de 11,900 establecimientos en San Juan; hoy, ya sobrepasamos los 13,000”, señaló la funcionaria. Esta cifra refleja un crecimiento sostenido que ha coincidido con la reducción de la tasa de desempleo en la ciudad, que actualmente se mantiene en un 3.6%, uno de los niveles más bajos en la historia reciente de la capital.
Asimismo, la administración ha otorgado 51 decretos de incentivos contributivos que representan una inversión privada de más de $38 millones y la creación de más de 1,600 empleos en sectores claves para el desarrollo económico de la ciudad.
“Nos hemos enfocado en crear un entorno que facilite el crecimiento del pequeño y mediano comerciante, a pesar de los retos como los costos operacionales y la infraestructura eléctrica”, aseguró.
Polémica y balance con los residentes
Barbeito se refirió a las críticas de ciertos sectores que consideran que el Código ha afectado negativamente a algunos comercios y residentes. “El Alcalde ha sido claro en que esto es un documento vivo que se analiza constantemente y se ajusta según la situación lo requiera”, explicó.
Según Barbeito, se han llevado a cabo evaluaciones mensuales del impacto del Código en cinco tipos de establecimientos —cafeterías, colmados, restaurantes, entre otros—, y en todos se ha observado un aumento en el pago de patentes.
“Hemos visto un incremento en la actividad económica en todos los segmentos analizados, lo que demuestra que el Código no está afectando el desarrollo comercial”, puntualizó.
Un ejemplo reciente de la complejidad para balancear los intereses de residentes y comerciantes se ha dado en la calle Cerra en Santurce, donde los vecinos han manifestado molestias por el aumento de la actividad comercial.
“Tuvimos una reunión con el líder comunitario y nos comprometimos a visitar a los empresarios este viernes (4 de octubre) para ofrecerles orientación y que entiendan la importancia de seguir las reglas del juego”, afirmó Barbeito. “Se trata de crear un entorno donde todos podamos coexistir de manera armoniosa”.
La calle Cerra, conocida por sus murales y su creciente escena cultural, ha visto un auge en el desarrollo de nuevos negocios, lo que ha provocado un aumento en la actividad nocturna y las quejas de los residentes que buscan un balance entre la promoción comercial y la tranquilidad del área.
Otro aspecto importante relacionado con el desarrollo económico y la implementación del Código es la necesidad de renovar la infraestructura en áreas claves de la ciudad, como la calle Cerra.
“El alcalde ha trabajado en atender situaciones que muchas veces son de competencia estatal, pero que afectan a quienes viven y operan negocios en la ciudad”, mencionó Barbeito, refiriéndose a los trabajos de infraestructura pendientes en la zona. “Hay un compromiso de remodelar la infraestructura, pero no siempre está en manos del municipio”, explicó, subrayando que muchos de estos proyectos dependen del Estado.
Seguridad y refuerzo de la Policía Municipal
En cuanto al impacto del Código en la seguridad, Barbeito destacó que el municipio ha trabajado en reforzar la fuerza policiaca para asegurar una mejor vigilancia en las áreas comerciales y residenciales.
“Cuando el alcalde comenzó su gestión, la Policía Municipal contaba con unos 600 efectivos; hoy estamos sobre los 700 y aspiramos a llegar a los 1,000 en los próximos años”, informó. Este aumento de personal ha permitido una mayor presencia en las zonas críticas, contribuyendo a la reducción de delitos como robos y escalamientos. “Las estadísticas indican una merma en cuatro de los cinco componentes analizados mensualmente”, agregó.