Miami (EFE) – La ciudad de Orlando, en el centro de Florida (EE.UU.), rindió tributo este miércoles a las 49 víctimas mortales del tiroteo ocurrido hace tres años en el club gay Pulse, en una jornada en la que políticos y ciudadanos mostraron su rechazo a los actos de odio contra la comunidad LGBTQ.
Durante una emotiva ceremonia bilingüe celebrada en el Pulse Interim Memorial, donde se asienta la discoteca y que en el futuro planea ser un museo permanente, unas 2,000 personas recordaron a los muertos, sobrevivientes y familiares de aquella aciaga noche para la ciudad de los parques temáticos.
«Nunca los olvidaremos», certificó el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, durante el acto junto a su homólogo del Condado de Orange, Jerry Demings, quienes mostraron una proclama conjunta que declaró esta fecha con el rótulo de «Orlando Unida».
La tarima de la ceremonia, regada de arreglos florales, albergó fotos de las 49 víctimas mortales del ataque armado, que ese 12 de junio de 2016 se llevó el ingrato título de la peor matanza hecha con arma de fuego por una sola persona en la historia reciente de EE.UU., para un año después ser superada por la matanza en Las Vegas (Nevada).
El alcalde de Orlando, que horas antes había participado en la entrega de un arreglo floral en el parque Colonialtown Square, hizo notar la aparición de un arco iris entre las nubes a los asistentes, quienes a lo largo de la ceremonia repitieron que «el amor siempre gana» y muchos de ellos vistiendo camisetas o gorras con el arco iris, símbolo de la comunidad LGBTQ.
«Como madre los comprendo», dijo sobre el estrado la cantante y actriz puertorriqueña Melina León, poco antes de interpretar el tema en ingles «You light up my life» («Iluminas mi vida»), en lo que fue un acto dirigido a los familiares de los asesinados en la discoteca, en su mayoría de origen boricua que esa noche celebraban una «fiesta latina».
Sobre el final, fueron nombradas todas las víctimas mortales, acompañados de la exhibición sobre una pantalla de una foto de cada uno de ellos, del ataque perpetrado por el estadounidense de origen afgano Omar Mateen, que murió abatido por las fuerzas del orden esa misma noche.
Horas antes del acto, el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, visitó el memorial levantado en el club y, según recoge el diario Sun Sentinel, prometió que firmaría una ley que autorice fondos para el lugar.
El gobernador fue protagonista de una polémica a causa de una proclama que firmó el martes en la que ordenó ondear las banderas a media asta con motivo del tercer aniversario, pero no mencionó en el texto a la comunidad LGBTQ ni a la hispana.
«El estado de Florida se ha unido para apoyar a Orlando y la comunidad de Florida Central contra el terrorismo», decía una parte de la proclama que firmó y fue difundida la tarde del martes.
La omisión mereció críticas de legisladores demócratas como Anna Eskamani, en cuyo distrito electoral se asienta el club y quien reclamó una disculpa.
Este miércoles, DeSantis enmendó primero vía su cuenta oficial de Twitter, donde escribió: «Hoy lamentamos la pérdida de la vida de 49 víctimas inocentes de un ataque terrorista inspirado en el ISIS (el grupo yihadista Estado Islámico) en el club nocturno Pulse en Orlando, dirigido contra la comunidad LGBTQ e hispana».
Posteriormente, y tras culpar a su equipo de la omisión, su oficina emitió una nueva versión de la proclama en la que señaló que «el estado de Florida no tolerará el odio hacia las comunidades LGBTQ e hispanas».