SAN JUAN, Puerto Rico – Casa Albizu, destacado proyecto de responsabilidad social de la Universidad Albizu, ha inaugurado una unidad de evaluación médico forense dedicada a la atención de niños y niñas que han sido víctimas de agresión sexual y maltrato físico.
Esta iniciativa se convierte en un faro de esperanza para los más vulnerables, proporcionando servicios especializados en un ambiente diseñado para fomentar el bienestar y la paz.
La creación de esta unidad ha sido posible gracias a un significativo donativo de la Fundación Francisco Carvajal, lo que permitió reunir a un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, incluyendo a la doctora Rebecca Rodríguez-Pou, la única pediatra en Puerto Rico con formación especializada en abuso sexual infantil. El equipo está capacitado para ofrecer atención integral, desde medicina pediátrica hasta psicología y trabajo social.
Equipada con tecnología de punta, la unidad facilitará la recopilación precisa de evidencia y la evaluación de daños físicos y emocionales sufridos por las víctimas. Su diseño interior busca minimizar el estrés asociado con el proceso de evaluación, creando un entorno tranquilo y seguro para los menores.
El presidente de la Universidad Albizu, doctor Nelson Soto, expresó su profunda emoción ante este avance, señalando el compromiso inquebrantable de la institución con los derechos y la dignidad de los niños y niñas víctimas de abuso.
«Mi esperanza es que algún día no necesitemos una Casa Albizu, pero mientras llega ese día, permanecerá firme nuestro compromiso con la niñez”, afirmó Soto.
La doctora Freeda Jusino-Sierra, directora de Casa Albizu, remarcó el importante papel que la nueva unidad médica jugará en asegurar el bienestar óptimo de la infancia en Puerto Rico, agradeciendo a la Fundación Carvajal, al Departamento de la Familia y a la Universidad Albizu por su apoyo incondicional.
«Con esta unidad médica especializada dedicada a brindar atención integral a víctimas en situaciones de abuso sexual y maltrato físico damos un gran paso para asegurar el interés óptimo de las niñeces de Puerto Rico», destacó Jusino-Sierra.
La apertura de esta unidad en Casa Albizu marca un avance crucial en el cuidado y atención médica de los niños y niñas afectados por abuso, proporcionándoles el soporte clínico y emocional necesario para superar las secuelas de estas traumáticas experiencias.