Más de 380 personas se unieron para proteger los ecosistemas marinos como parte de la campaña “Puerto Rico Biodiverso”
RÍO GRANDE, PUERTO RICO — Como parte de su 17ª campaña ambiental Puerto Rico Biodiverso, la Fundación Alma de Bahía encabezó una jornada de limpieza comunitaria en Playa Río Herrera el pasado domingo 6 de abril, logrando movilizar a más de 380 voluntarios y recolectar cerca de 2,500 libras de basura y escombros. La actividad, organizada junto a Paulson Puerto Rico, Bahía Beach Resort, St. Regis Bahia Beach, Condado Collection y los municipios de Río Grande y Loíza, también se enfocó en la protección de hábitats críticos para especies en peligro como el manatí antillano y la tortuga tinglar.
La limpieza tuvo lugar en la desembocadura del río Herrera, una zona costera donde los residuos se acumulan por acción del río, marejadas y descargas inadecuadas de basura. Además de retirar basura convencional, los participantes colaboraron en la remoción de grandes troncos, lo que permitió una restauración más profunda del ecosistema costero.
“Esta jornada de limpieza representa mucho más que un gesto comunitario; es una expresión concreta de nuestro compromiso con la sostenibilidad, la educación ambiental y la colaboración entre el sector público y privado”, expresó Rolando Padua, presidente de Paulson Puerto Rico y de la Fundación Alma de Bahía.
Desde la administración municipal, el alcalde de Río Grande, Ángel “Bori” González Damudt, reconoció la importancia de este tipo de esfuerzos intersectoriales, destacando cómo la sinergia entre el gobierno, el sector turístico, organizaciones y ciudadanos produce resultados concretos en la protección de los cuerpos de agua del país.
Conservación en tiempos clave para la biodiversidad
El evento coincidió con dos momentos cruciales para la fauna local. Por un lado, la reciente liberación de dos manatíes hembra en la región, realizada en colaboración con el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe. Por otro, el inicio de la temporada de anidación del tinglar (Dermochelys coriacea), la tortuga marina más grande del mundo, que regresa anualmente a las costas de Puerto Rico.
La Fundación Alma de Bahía, que forma parte activa de los grupos tortugueros del país, ha intensificado su labor de monitoreo para proteger los nidos de tinglar y mitigar las amenazas que enfrenta esta especie en peligro de extinción.
Jóvenes, escuelas y comunidad como agentes de cambio
El componente educativo también fue protagonista durante la jornada. Participaron estudiantes de 16 escuelas públicas y privadas, además de organizaciones como la Asociación de Estudiantes Graduados de Ciencias Ambientales (UPR), Fundación Gestos Positivos, Econo, Scuba Dogs Society, y representantes de los municipios de Río Grande y Loíza.
“El lema de este año, Puerto Rico Biodiverso, es un llamado a reconocer y proteger la riqueza natural de nuestro archipiélago”, afirmó Marcela Cañón, directora ejecutiva de la Fundación. “La conservación solo es posible si unimos esfuerzos desde distintos sectores”.
Como parte de la campaña, se han realizado charlas educativas en comunidades escolares y actividades para fomentar una conciencia ambiental activa entre los jóvenes puertorriqueños.
Un compromiso sostenido con la sostenibilidad
Desde su fundación en 2014, la Fundación Alma de Bahía ha desarrollado múltiples proyectos en favor de la biodiversidad, combinando ciencia, educación y participación comunitaria. Junto a Bahía Beach Resort —el único resort en el Caribe con la certificación Gold Audubon International Signature Sanctuary— la entidad busca crear modelos de desarrollo que respeten y valoren los ecosistemas únicos de Puerto Rico.
Con actividades como esta jornada de limpieza, la Fundación reafirma su compromiso con un futuro más limpio, inclusivo y resiliente, donde la ciudadanía se convierta en protagonista activa de la transformación ambiental del país.