Por Héctor Luis Coca Soto
Psicólogo Licenciado Consultor en Adiestramiento y Manejo de la Conducta
Especial para EyBoricua.Com
San Juan, 27 de julio de 2021 – Hemos dicho antes que la Iglesia es la tercera institución que más influencia ejerce en la formación de nuestra personalidad, así como en los valores sociales.
Honrar padre y madre en nuestra cultura es un mandato del cristianismo, que es la principal orientación religiosa del país. Probablemente por esta razón, y factores económicos, que nuestro primer impulso es traer a casa a nuestros padres ancianos cuando descubrimos que requieren de supervisión continua.
El problema de actuar por impulso es que puedes hacer daño a otros, aun cuando las intenciones sean loables y humanitarias. Cuidar en el hogar a los padres ancianos o solo a uno de ellos es una decisión que involucra un compromiso a largo plazo y por esa razón debe analizarse con detenimiento.
Puede ser un tremendo error, especialmente si en este hogar se están criando niños. El primer factor a tomar en cuenta es la cantidad de trabajo que demandarán los nuevos inquilinos y a quién le tocará. ¿Estará dividido este trabajo equitativamente entre los adultos en el hogar?
De no estar claro este asunto puede resultar en una presión emocional significativa para la cuidadora o el cuidador. Es por esta razón que pensar en estadías cortas sin compromiso a largo plazo, puede ser la manera de comenzar.
Quizás podemos tenerlos un mes y así probar cómo fluyen las cosas. En caso de que veas que no funciona, no deberías sentirte culpable. Después de todo, insistir en tenerlos en casa por “amor” o por un sentido de “sacrificio”, pudiera terminar hacienda daño a los ancianos, a los niños o quedarte sin relación de pareja.
La idea no es dañar a alguien (y menos a los hijos) en nombre de ayudar a otros. Eso no tiene sentido. Recuerda que para tener una buena salud mental debemos actuar con racionalidad. Esto significa que debes tomar la decisión basado en la evidencia y en los datos.
Algunos puntos a tomar en consideración durante el proceso de decidir si debo atender a nuestros padres en casa son los siguientes:
- ¿Cuánto se afectará tu estilo de vida? El impacto del cambio abrupto por esta razón pudiera aumentar la posibilidad de una depresión.
- ¿Es buena tu relación con este progenitor? Si sabes que la relación era tensa antes, o la mera idea de traerlo a casa ocasiona malestar físico probablemente es una mala decisión.
- ¿Cómo se afectará el resto de la familia? Quizás pudieras comenzar por saber cómo piensa cada uno de ellos. Será particularmente importante identificar si hay alguien que no se lleva bien con la persona.
- ¿Hay suficiente espacio en la casa? Recuerda que las casas espaciosas y con habitaciones separadas aumenta la posibilidad de éxito. De esta forma se garantiza la privacidad de todos.
- ¿Está la casa preparada para la llegada y estadía del nuevo miembro? Analiza el espacio de tu casa e identifica los ajustes necesarios.
- ¿Qué tipo de cuidados necesita esta persona? Evalúa la cantidad de funcionamiento independiente que tiene progenitor.
- ¿Tienes cerca amigos o familiares? Hay que evaluar si estarán disponibles, y si su presencia frecuente en la casa será motivo de problemas en tu casa. Piénsalo bien contigo mismo y con honestidad. No fallarás tomando la decisión correcta.
Héctor Luis Coca Soto
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