Son muchas más las cosas que se juegan en los primeros 100 días de esta administración
Por Wilda Rodríguez
Periodista
La generosidad de algunos analistas para con Jennifer González es lamentable. Difícil saber si se quieren congraciar o darle el beneficio de la duda. Para unos, se trata de que ha bajado la vara de sus expectativas por sensatez; para otros, JG, también por sensatez, lo único que promete es “resolver”. Hay quienes elaboran un poco más entre esas dos opciones con análisis que no entiendo de dónde los sacan con tanta certeza.
Es evidente que JG no tiene plan ni agenda. Su único compromiso es improvisar. Eso no es una virtud. Es desidia. Esa disposición a la dejadez y la holgazanería, de lo que ha sido acusada antes, refleja su falta de preparación para un liderato administrativo más allá del político partidista. Puede rodearse de personas que sepan más que ella, claro está.
Que los entienda y los escuche es otra cosa. En la política, la intuición es una ventaja; en la administración, es una ruleta rusa.
El saldo (no el resultado, sino el saldo) de las elecciones fue una campaña que le tiene que haber lacerado el ego. Tuvo que pelear sucio para ganarla. Nadie recuerda sus propuestas. Recuerdan su garata. El resultado del plebiscito la tiene que haber sorprendido negativamente. No se supone que los independentistas y los soberanistas votaran. La hicieron quedar mal.
La desconexión de Washington también le tiene que haber dolido. El Partido Republicano la soltó como si quemara. Sus contactos resultaron ser insignificantes. Le negaron de nuevo la estadidad, esta vez sin pedirla.
Hay al menos tres otros fundamentos reales para el perfil bajo que, según analistas, se propone JG:
- No tiene idea de qué significará para la colonia el neoimperialismo anunciado por Donald Trump.
- La Junta de Control Fiscal seguirá rigiendo durante todo su cuatrienio, a menos que el emperador disponga otra cosa.
- El Partido Nuevo Progresista está controlado en su totalidad por el bando más tráfala, y una competencia interna no es recomendable. Está tratando de recuperar la élite, pero sabe que esa no da nada gratis.
¿Bajo perfil? Como gobernante, quizás; como envalentona, es otra cosa.
En el plano de gobernar, ni grandes obras ni grandes decisiones. Va a bregar. Eso no es un plan de diseño. Es que no tiene plan ni agenda. Presume que escudarse bajo la protección de un bajo perfil como gobernante le dará un respiro que nadie, ni ella, sabe cuándo terminará, ya sea por hechura propia o por hechura del imperio.
Los nuevos gobernantes electos, por lo regular, reciben un plazo de gracia de 100 días para ponerse para su número. Es obvio que JG está tratando de evadir ese deadline, que es el 12 de abril.
Hay cosas, sin embargo, que no podrá evadir aunque quiera. ¿Qué rayos piensa hacer Jennifer González? No estuvo claro en su campaña y no está claro ahora. Su único compromiso fue sacar a LUMA, y lo cambió tantas veces que ahora mismo no sabemos de qué se trata.
¿Vender a su marido como un activista veterano de la salud pública? Óigame, cuando uno se acostumbra a decir embustes, se le caen de la boca, decía mi abuela.
Con hacer un Mickey Mouse Club en La Fortaleza tampoco va a llenar el expediente. Que conste que les deseo lo mejor del mundo a esos nenes. Pero ese oso gigante que les llevó a La Fortaleza me asusta hasta a mí.
Pregúntele a cualquier penepé en la calle cuál es el plan de JG. No sabe. Podría ser esperar por instrucciones de Donald Trump. Pero no creo que lleguen.
Entonces, ¿qué?
Entonces, yo tampoco sé. Lo que sí sé es que, por tradición, la gente le va a dar esos 100 días para que enderece su agenda. Decir que no hay expectativas porque ella se ha encargado de bajarlas no es tan fácil.
Vamos a ellas:
- La primera es LUMA, por supuesto. Tiene esos primeros cien días para sentar su posición real. ¿Se le cuadra a LUMA o no? No olviden que cuadrársele a LUMA conlleva cuadrársele a la Junta de Control Fiscal.
- La segunda es precisamente la Junta. ¿Será obediente o será beligerante? ¿Tratará lo mismo que sus antecesores (Ricardo Rosselló, Wanda Vázquez y Pedro Pierluisi) de pasar con ficha? ¿Hacer aguaje?
- La tercera cosa que la gente querrá poder definir es cuál es la conexión real de JG con la administración de Trump. Ahora no parece tener ninguna. Sus amigos no son figuras de peso en el nuevo imperio.
- En cuarto lugar, habrá de definir su relación con el comisionado residente José Pablo Hernández. ¿Lo ignora o le pasa la mano?
- Entonces vienen los asuntos de política pública. ¿Cuál va a ser la nueva política educativa y administrativa de un sistema de educación en ruinas? Con un déficit de estudiantes y un superávit de planta física. Con la amenaza de Trump de eliminar fondos federales.
- Salud pública. ¿Esperará también a que Trump haga su jugada y le quite fondos al Medicaid?
- Y la cereza en el tope: el estatus. ¿Cómo va a justificar la revelación de que la estadidad no es el destino manifiesto de la colonia?
Son muchas más las cosas que se juegan en los primeros cien días de esta administración. Esto es solo una muestra.
Añado algo: las veces que he visto a Jennifer González en las redes en un ambiente que no es un espectáculo montado, la veo muy hostil, burlona, belicosa. ¿Cuánto va a tardar esa ira en llevarla a error?
JG ganó las elecciones. Las ganó cómodamente. Pero Jennifer González perdió mucho en esta campaña para la gobernación.
Yo conocí hace años a una joven fresca y simpática con la que no coincidí políticamente nunca, pero me pude reír con ella. Cometió errores garrafales, como el de Labatut, pero creo que ni ella misma sabe por qué metió las patas de esa manera. Su cultura política es llanita.
Ya no me puedo reír, ni de ella ni con ella. La cínica en que se ha convertido no da ni hace gracia. Hay que tener un déficit intelectual para seguirla, y todos sabemos que efectivamente su sector político pertenece a la población menos educada. Lo han dicho todas las encuestas.
Ese sector fue esta vez un 40% de los electores, y no me sorprende. Lo vemos todos los días en la calle: el ignorante que presume de serlo y lo hace a boca de jarro chillando gomas y dándole pa’bajo. JG cree que los imita para ganar sus votos. No los imita. Es ella. Es una bichota con manerismos que no disimulan su agresividad.
Ahora bien, estoy segura de que Jennifer González ni en pesadillas pensó que la mayoría de los electores (60%) la despreciara por embustera y ordinaria. Perdió mucho en esta campaña. Dejó de ser una joven explayá. Ahora es una mujer madura tóxica. Manipuladora y falaz. Capaz de cualquier engaño.
Esa es la persona electa para administrar la colonia por los próximos cuatro años.
Un amigo músico (Amaury Veray) me contó una vez de Zinka Milanov, una cantante de ópera croata de la primera mitad del siglo veinte con una voz sublime y una torpeza descomunal. Cuando entraba a escena, los actores le dejaban el canto porque se los llevaba enredados, y más de uno acabó en el piso. Pero su voz era imprescindible, por lo que optaron por ponerle una gran X en el escenario donde ella se pararía a cantar sin interactuar con el resto del elenco. Fue un éxito rotundo por muchos años.
A Jennifer González no le han puesto X. ¿Nos va a llevar enredados? A los cien días veremos cuánto.
Excelente! Me proporcionó un mapa de ruta mental q. me organizó mentalmente a cerca de los asuntos ‘ por peliacudos’ por no decir trascendentales q. deben ocupar mi interes! Gracias, continuaré leyèndola!👍
Sra. Awilda Rodríguez,
Excelente su evaluación. Mejor expresado… imposible.
Excelente. Un retrato exacto no solo de lo que es ella, sino del pueblo que la eligió. Esperemos sin esperanzas!
Además de su cinismo…vengativa.
Yo no puedo decirlo tan claro y contundente como usted. Aunque la admiro y respeto, Doña Wilda , una cosa si tengo clara, que después de leerla, no he estado lejos de mi evaluación hacia la EMBUSTERA de JGo, y me disculpo por mi expresión, pero ella no merece mi respeto. Saludos!
Que bien ver de regreso sus escritos como periodista. Esa Sabiduría de los años , esa madurez emocional. Ese control de emociones es precisamente de lo que carece JG , Gonzalez aveces Bichota , otras veces Caco , ya no tiene el Can Am para llegar e impresionar al pueblo . Pero emocionalmente no se a bajado de su Todo Terreno . Sumen su lenguaje corporal que delata los manerismos de su mencionada Bichota . Le auguro una triste cuaresma y un desmoralizado Día de Madres . Si continúa con su Egocentrismo.
Gracias a Usted Wilda .
Necesitamos su Visión con Propósitos.
Excelente analisis! Y sí, en PR hay mucha gente con deficiencia intelectual! Me duele mi isla!