Entre alianzas, escándalos y sorpresas: nada está decidido hasta el 5 de noviembre
Por Wilda Rodríguez
Periodista
Parece haber consenso en que ya la suerte está echada y la decisión de los electores está tomada. Nadie habla de la posibilidad de que las dos últimas semanas hayan hecho cambiar de opinión a un número indeterminado de electores. Que se hayan cuestionado su voto por decepción o por descubrimiento. Decepción con candidatos que ya tenían escogidos. Descubrimiento de alternativas que no imaginaban.
Creo que esta campaña no ha terminado. Esta campaña se acaba el 5 de noviembre.
El giro de la campaña a partir de la emergencia médica de la esposa de Juan Dalmau ha sido vertiginoso. Cómo puede haber influido en la decisión de los electores no se ha medido. ¿Hay posibilidad de una nueva tendencia a partir del apoyo dado en Estados Unidos a la Alianza bis a bis el desprestigio rampante que ha atacado al Partido Nuevo Progresista y su candidata Jennifer González?
Preguntémonos qué ha pasado:
- Juan Dalmau se retira temporalmente de la contienda para atender a su esposa, Giselle Morales, tras un aneurisma cerebral que la mantiene hospitalizada en estado crítico desde el 15 de octubre.
- Las congresistas Nydia Velázquez y Alexandria Ocasio-Cortez dieron un endoso contundente a la Alianza con el evidente consentimiento del Partido Demócrata de Estados Unidos.
- Dos debates de los cuatro candidatos a la gobernación se han suspendido por la ausencia natural de Dalmau y la negación inmediata de González a debatir con los otros dos. Esa negación, que es una estrategia política lógica del PNP para no exponer innecesariamente a su candidata, ha sido atacada duramente como cobardía de González y/o menosprecio a los candidatos Jesús Manuel Ortiz (Partido Popular Democrático) y Javier Jiménez (Proyecto Dignidad), al negarles foro para exponer sus ideas.
- Jay Fonseca, analista y productor de programas de noticias, hizo un exposé en televisión de una trayectoria de engaños, falsedad y fraude adjudicada a González, que la candidata ha negado y evadido sin responder directamente.
- Harvard Public Health, organización centenaria de Estados Unidos dedicada a temas de salud y aliada a la universidad del mismo nombre, elogió el plan de salud de la Alianza y aventuró que podría mover las elecciones del 5 de noviembre en Puerto Rico.
- Democracy Now, un medio independiente internacional de noticias, reseñó favorablemente a la Alianza como un nuevo movimiento que busca sacar a Puerto Rico de los dos partidos políticos que lo han dominado, su corrupción gubernamental y escándalos públicos por los que Estados Unidos, país administrador de la colonia, ha encarcelado a decenas de políticos y funcionarios públicos.
- La develación de ardides y posibles fraudes eleccionarios ha sido consistente.
- El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha ordenado monitoreo y fiscalización del proceso electoral de su colonia.
- La campaña electoral sin la presencia de Dalmau ha sido caracterizada por el desprestigio de González, la desesperación del PPD por aparentar una fuerza política que no tiene y la resignación del Proyecto Dignidad a un último lugar en el escalafón político partidista.
Dicho esto, es lógico preguntarse si algo o todo lo anterior ha podido mover el voto de electores que ya tenían decidido su voto a mediados de octubre. De ser así, evidentemente desfavorece a González con dos consecuencias posibles: una mayor abstención electoral de seguidores del PNP o una molestia que los lleve a votar por otro partido o candidato que no sea González.
En toda mi carrera no he visto un candidato a gobernador más desprestigiado que esta mujer, Jennifer González. Hay teorías políticas que sostienen que el nivel de caricaturización de los líderes políticos es importante al medir sus posibilidades. González es el objeto de la mayor cantidad de caricaturas y memes en esta campaña.
Las tendencias en la actividad electoral del 2024 han ido desde una indiscutible victoria de González por su dominio de recursos —económicos y numéricos (seguidores) y del sistema electoral—, a un empate virtual con Dalmau por el avance consistente de la Alianza, a una derrota frente a Dalmau por el deterioro de la figura pública de la que se ha descrito a sí misma como mujer maravilla. De ser una apuesta segura antes del 14 de octubre, ha pasado a ser una interrogante segura diez días después.
Si se acabó o no se acabó la campaña cuando González era la apuesta segura, lo sabremos el 5 de noviembre.
Cualquiera que sea el resultado final, hay solo dos elecciones en la historia reciente de Puerto Rico que se equiparan en intensidad, ansiedad y desconcierto: las de 1968, que le dieron la primera victoria al PNP y acabaron con la supremacía política del PPD, y las de 1980, cuyo resultado a favor del PNP todavía se debate.