El pastor Font agradeció al PNP por el dinero que llegó a la iglesia, mientras en el PIP la gente hacía fila por una foto o firma de Dalmau; y en las redes, demagogia
Por Sandra D. Rodríguez Cotto
En Blanco y Negro
Ayer fue un sábado típico preelectoral. Como siempre pasa, los partidos aprovechan los fines de semana para apretar en sus contiendas, solo que hoy fue un poco distinto.
En el bando del Partido Nuevo Progresista (PNP), la atención se centró en la oración, casi endoso, que le hizo el pastor Otoniel Font a Jennifer González, a quien agradeció por conseguirle fondos federales para las iglesias. Mientras, en la sede del Partido Independentista Puertorriqueño, miles de personas que favorecen la Alianza PIP-MVC hacían fila esperando para coger un afiche y que el candidato Juan Dalmau les firmara un autógrafo o se tomara con ellos una foto.
Y mientras tanto, en las redes sociales, abundó la demagogia. Por un lado, los estadistas apretaron su campaña de asociar a todo lo que no sea PNP con el comunismo, con Nicaragua o con Nicolás Maduro, mientras que múltiples artistas e ‘influencers’ desmontaban las estrategias de miedo, a puro relajo. Juan Pablo Díaz y Rangy aprovecharon sus redes para parodiar los anuncios de miedo “contra el comunismo” que lanzan desde el PNP. Pero mientras en las redes imperaba la demagogia, en los eventos políticos eran las promesas y los «photo-opportunities».
Autógrafos en el PIP
En el bando pipiolo, miles de personas se dieron cita para recoger firmado su rótulo de campaña “Juan Dalmau Gobernador”, mientras el candidato conversaba, se tomaba fotos con ellos o escuchaba sus planteamientos. Dalmau estuvo acompañado de su esposa, la licenciada Griselle Morales.
“Estos encuentros me llenan de energía y esperanza para seguir trabajando en busca de lo que el país merece y anhela: una Patria Nueva. De frente a la campaña del miedo, con más entusiasmo y esperanza responde el país y aquí quedó demostrado”, expresó.
La actividad comenzó a las 2:00 de la tarde desde el Comité Nacional del PIP en la avenida Roosevelt y duró hasta pasadas las 6:00 de la tarde. En un ambiente compuesto por niños hasta adultos mayores, el ánimo era de celebración, esperanza por un cambio de país y apoyo a la candidatura de Dalmau.
Se dijo que a través de las redes sociales de Juan Dalmau y Patria Nueva se anunciarán los próximos encuentros de este tipo en otros lugares de la isla.
Abrazos en el PNP
Mientras tanto, en el PNP seguían de celebración en la convención en el hotel Caribe Hilton, con múltiples actividades y música. La presidenta y candidata a la gobernación, González, prometió reducir el Impuesto de Ventas y Uso (IVU), así como evaluar las tasas contributivas y eliminar el impuesto al inventario en los medicamentos recetados.
En una rueda de prensa, González y el candidato a la Comisaría Residente en Washington, William Villafañe, defendieron lo que catalogaron como “batallón” de funcionarios electorales que velarán por los votos del PNP el día de las elecciones. En otro momento del día, usaron las formas comunes en el avivamiento religioso, que combinan la música con los mensajes. Ahí fue cuando González apeló al sentimiento y la religión, momentos antes de presentar a Font y a otros pastores.
“Yo no quisiera irme sin pedirles que oren por mí. Sin pedirles que oren por William (Villafañe) y que oren por todos los candidatos que están en esa papeleta, no importa el partido en que estén. Sin Dios nada. Y en el caso mío, lo tengo que decir con sentimiento”, dijo González, con voz entrecortada.
“Tengo 48 años. Una mujer gorda, quedó embarazada y todo el mundo me decía que yo no podía. Alto riesgo. Gemelos. Corriendo una candidatura a la gobernación. Dando a luz en plena primaria. Gracias a Dios, a nadie más, yo tengo dos hijos saludables… Ustedes no saben lo que yo he rezado para eso. Lo que le he pedido a algunos de ustedes en el plano privado que oren para eso, y creo que Papá Dios me escucha y me dice ‘otra vez’. Porque miren que yo pido, pero pido con fe. Y yo sé que podemos echar pa’lante a Puerto Rico para atender a tantos viejos que están en sus casas si piden con fe”, agregó González.
Mientras por los altoparlantes iba subiendo el sonido de un órgano, como hacen en los cultos en las iglesias de avivamiento, González reiteró que “si se tiene a Dios en el corazón, lo demás no importa”, y presentó entonces al pastor Font.
El religioso de la prosperidad, como se autoproclamaba su padre, Rodolfo Font, rápidamente agradeció el rol de González en el proceso en el que consiguieron $500 millones en fondos federales para su iglesia y otras denominaciones.
“Doy gracias a la Comisionada residente porque cada vez que hemos tocado la puerta en su oficina, tanto aquí en Puerto Rico como en Washington, definitivamente, nos dio la mano. Dentro del proceso de poder conseguir esos fondos, el PNP completo fue de gran ayuda, pero ella directamente nos dio la mano en su oficina, se reunió con nosotros, puso su equipo de trabajo, y si no hubiera sido de esa manera, no hubiéramos logrado lo que se logró para Puerto Rico, que no fue para una iglesia sino para todas y sobre 500 millones llegaron”, dijo Font.
Terminó la oración clamando a Dios: “Eres tú quien pones y quien quita reyes. Señor, elimina aquellos que serán estorbo y pon en el camino, aquellos que realmente ayudarán”.