La organización insta a consultar a profesionales antes de tomar decisiones y subraya la importancia de estabilizar, talar o compostar de manera segura
SAN JUAN, Puerto Rico – La reciente tormenta tropical Ernesto dejó a su paso un rastro de árboles caídos por toda la isla de Puerto Rico. Ante la magnitud del evento, muchos se preguntan si estos árboles pueden ser salvados o si representan un riesgo mayor al intentar estabilizarlos.
Para la Naturaleza, comprometida con la preservación del entorno natural, ha compartido una serie de recomendaciones para ayudar a los ciudadanos a determinar si un árbol caído debe ser estabilizado, talado o convertido en composta.
Consulta con profesionales: la primera línea de defensa
El primer paso, según Para la Naturaleza, es buscar ayuda profesional. Es vital que los propietarios consulten con un arborista certificado antes de tomar cualquier decisión sobre los árboles caídos, especialmente si estos tienen ramas colgando o inclinadas que podrían causar daños adicionales. «Hacer podas sin el conocimiento adecuado puede ser peligroso,» advierte la organización, subrayando la necesidad de un manejo experto.
Evaluación de la raíz y la copa del árbol
Miguel Cebollero, arborista certificado, enfatiza la importancia de verificar la salud de las raíces. Si las raíces están en buen estado, se puede considerar la estabilización del árbol. Sin embargo, muchos árboles caídos ya habrían sufrido daños previos en sus raíces, lo que desestabiliza su anclaje y complica su recuperación.
Los árboles pequeños, que exponen sus raíces con facilidad, son más propensos a sobrevivir y deben ser prioridad. Según estudios de la Universidad de Florida (UF-IFA), al estabilizar un árbol, es fundamental eliminar las ramas partidas o muertas de la copa, pero evitar podar las ramas y hojas nuevas para no estresar aún más al árbol.
Estabilización y tiempo de recuperación
Los expertos de la Universidad de Florida señalan que los árboles con troncos de un diámetro mayor a cuatro pulgadas que han sido enderezados tienden a caer nuevamente en tormentas posteriores. Para asegurar una estabilización efectiva, es esencial contar con la ayuda de un arborista profesional y tratar el árbol como si fuera recién plantado.
El proceso de recuperación de un árbol caído dependerá de factores como la especie, tamaño, edad y el grado de daño sufrido. Las tormentas no solo afectan la estructura física del árbol, sino que también interfieren con su capacidad de realizar la fotosíntesis y almacenar energía.
El papel vital de los árboles en nuestro entorno
Para la Naturaleza recuerda a la población que los árboles juegan un papel crucial en el equilibrio ambiental: producen oxígeno, reducen la contaminación, proveen sombra, sirven como refugio para la fauna y son una barrera natural en zonas costeras.
La organización también promueve el uso de su herramienta digital “Hábitat PLN,” disponible en dispositivos móviles, para identificar árboles nativos y endémicos de Puerto Rico. A través de esta herramienta, los usuarios pueden aprender más sobre el cuidado de los árboles, cómo trasplantar y hacer composta, y obtener información sobre los viveros que la organización maneja alrededor de la isla.
Para más detalles sobre cómo manejar árboles caídos o para información sobre las iniciativas de Para la Naturaleza, la organización invita a visitar su página web, escribir a su correo electrónico o llamar directamente a su línea de contacto.
Fuente: Parte de la información proviene de estudios de la Universidad de Florida, American International Standards Institute, y el Programa de restauración de bosques urbanos afectados por huracanes.