El inventario de las rocas y la información sobre su composición, estructura y contexto están disponibles para que investigadores de todo el mundo puedan seguir estudiándolas
Redacción Ciencia (EFE) – La Expedición 399 del buque científico Joides, en la primavera de 2023, produjo un hito oceanográfico sin precedentes: la recuperación de 1,268 metros casi continuos de roca del manto terrestre gracias a cuyo análisis se han comprendido mejor los procesos geológicos que dieron lugar al origen de la vida en la Tierra.
La revista Science recoge este jueves las conclusiones de una investigación que ha estudiado los minerales y la composición química de los más de mil metros de roca recolectada del fondo marino en la Expedición 399, en la que participaron 30 científicos internacionales.
Las rocas fueron recogidas en las profundidades del macizo submarino Atlantis, situado aproximadamente en el centro del Atlántico Norte, y coronado por una falla ondulada que alberga un campo hidrotermal.
Uno de los hallazgos que más han sorprendido a los investigadores es la menor presencia de piroxeno (un mineral siliceo) en las rocas de lo que se esperaba y, por el contrario, la abundancia de magnesio, lo que indicaría que el proceso de fusión tuvo lugar a temperaturas muy elevadas.
«Estos resultados ofrecen pistas valiosas sobre cómo se forma el magma y se produce el vulcanismo», afirma uno de los autores, Johan Lissenberg, investigador de Ciencias de la Tierra de la universidad galesa de Cardiff.
Los investigadores también han podido detectar los canales por los que se movía el magna y cómo llegaba hasta la superficie de la Tierra.
La clave del origen de la vida
La investigación también ha detectado cómo el olivino, un mineral abundante en las rocas del manto, pudo haber actuado al entrar en contacto con el agua del mar, dando lugar a una serie de reacciones químicas que produjeron carbono, hidrógeno y otras moléculas que causaron la vida planetaria, es decir a los microorganismos a través de los cuales se desarrolló el mundo animal y vegetal.
Ese proceso pudo haber sido «la clave del origen de formas de vida en la tierra», subraya Lissenberg en un comunicado.
«Las rocas recolectadas en la expedición ayudarán a rellenar el profundo vacío de conocimiento existente sobre los procesos de fusión en el manto terrestre, el intercambio químico entre las rocas y el océano, la geoquímica orgánica y la microbiología», avanza otro de los autores, Andrew McCaig, investigador de la universidad inglesa de Leeds
El inventario de las rocas y la información sobre su composición, estructura y contexto están disponibles para que investigadores de todo el mundo puedan seguir estudiándolas.
La recuperación de roca del manto terrestre se enmarca en el Programa Internacional Ocean Discovery, un consorcio internacional de investigación marina en el que participan más de 20 países con el fin de recolectar muestras de sedimentos del fondo oceánico para estudiar la historia de la Tierra.