«Fue ilegal expulsarme de Rusia. Lo que ocurrió conmigo el 1 de agosto no lo veo como un intercambio, sino como una expulsión ilegal de Rusia en contra de mi voluntad»
Berlín (EFE) – El político opositor ruso Iliá Yashin, liberado la víspera junto a otras 15 personas por Occidente en el canje de prisioneros con el Kremlin, denunció este viernes que fue «expulsado ilegalmente» de su propio país e incluido en la lista del intercambio en contra de su deseo.
«Desde el primer día entre rejas, dije que no estaba dispuesto a ser intercambiado. Pedí públicamente que no me incluyeran en las listas de intercambio», dijo en una rueda de prensa en Alemania junto al opositor ruso Andréi Pivovárov, exdirector del movimiento Rusia Abierta, y el periodista y político opositor ruso-británico Vladímir Kara-Murzá, también liberados el jueves.
«Esta era mi postura consciente. Me negué a abandonar Rusia bajo la amenaza de ser detenido, entendiéndome como un político ruso, un patriota, un ciudadano ruso cuyo lugar está en Rusia, aunque sea en prisión, pero en Rusia», afirmó.
Yashin, que fue condenado a 8 años y medio por criticar la guerra en Ucrania, recalcó que él no veía su «estancia en prisión sólo como una lucha contra la guerra de agresión (del presidente ruso, Vladímir) Putin», sino también como una lucha por su derecho a vivir en su país, hacer política independiente allí y por poder decir lo que piensa.
Explicó que ha luchado hasta el último momento por su derecho a permanecer en Rusia. Días antes del canje el jefe de la colonia penal le dijo que debía escribir una solicitud de indulto, algo que rechazó porque Putin «es un criminal de guerra, tirano y asesino».
También Kara-Murzá señaló que él se negó «categóricamente» a escribir una petición para recibir el perdón de Putin.
Yashin, tras ser trasladado a la prisión preventiva de Lefórtovo en Moscú un día antes del intercambio, escribió una carta al jefe de la cárcel en la que le recordó que la Constitución rusa prohíbe expulsar a rusos sin su consentimiento.
«Fue ilegal expulsarme de Rusia. Lo que ocurrió conmigo el 1 de agosto no lo veo como un intercambio, sino como una expulsión ilegal de Rusia en contra de mi voluntad. Y lo que más, lo que me gustaría ahora es regresar a casa», insistió, un pensamiento que ya tuvo al llegar a Ankara, confesó.
El conocido político opositor relató que el oficial del Servicio Federal de Seguridad (FSB) que le acompañó en el vuelo le dijo que «por supuesto puedes regresar como hizo (el líder opositor, Alexéi) Navalni, serás arrestado como Navalni, y terminarás como Navalni», que murió en una prisión rusa.
«Las personas que realmente necesitan ser sacadas (de prisión), que tienen problemas de salud y que podrían morir en prisión, quedan como rehenes», dijo con la voz entrecortada.