Los puertorriqueños Gabriel Avilés y Yani Hernández celebran 10 años de matrimonio mientras apoyan a los atletas boricuas en los XXXII Juegos Olímpicos
San Juan, Puerto Rico – París se ha llenado de puertorriqueños desde el inicio de los XXXII Juegos Olímpicos, con muchos de ellos aprovechando la oportunidad para apoyar a la Delegación de Puerto Rico y disfrutar de unas vacaciones. Sin embargo, para Gabriel “Gaby” Avilés y Yani Hernández, esta visita a la Ciudad de la Luz tiene un significado especial: están celebrando su décimo aniversario de bodas, conocido como la «boda de aluminio».
El aluminio, según la tradición romana, simboliza la flexibilidad y la adaptabilidad necesarias en un matrimonio duradero, siendo un metal maleable que se dobla, pero no se rompe fácilmente. Avilés y Hernández han personificado estas cualidades desde que se conocieron hace 14 años y se casaron el 18 de mayo de 2014.
La celebración de su aniversario en París fue impulsada por su amiga Lizza Colón, quien les convenció de unirse a los Juegos Olímpicos tras asegurar boletos a través de la lotería electrónica de París 2024. «Esta loquera comenzó hace más de un año con nuestra amiga, Lizza Colón… Decidí montarme con mi esposa en febrero de este año. Estamos celebrando 10 años de aniversario», relató Avilés entre risas.
Colón, una exgimnasta del Equipo Nacional de Puerto Rico y apasionada del deporte y casada con Juan Carlos “Tuti” Rivera, quien también es un entusiasta deportivo, organizó el viaje con la esperanza de que pudieran ver a los atletas de la Delegación de Puerto Rico en acción. «Estar con ellos en deportes es lo máximo. Lo estamos disfrutando bien brutal. Hacerlo en corrillo es mejor», expresó Colón.
Hernández, por su parte, compartió la importancia de esta etapa en su matrimonio y la felicidad de vivirla en un contexto deportivo tan especial. «Hemos estado 14 años juntos… Es una relación que escogió las selecciones de Puerto Rico. Él ama mucho a los atletas de Puerto Rico y yo amo a nuestra Patria», reflexionó.
La pareja ha tenido la oportunidad de apoyar a varios atletas puertorriqueños, incluida la tenismesista Adriana Díaz, lo que fue una experiencia especialmente significativa para Hernández. «Fue mi primera vez viéndola jugar. Es un orgullo. Esa muchacha es tan joven y como nos representa. Lo siente y lleva desde adentro. Es maravillosa, súper talentosa y excelente», comentó emocionada.
El grupo de amigos continuará su aventura olímpica viajando a Lille para ver a Puerto Rico enfrentarse a España y Serbia en baloncesto. Además, tienen asegurados sus boletos para ver a Jasmine Camacho-Quinn, campeona olímpica de los 100 metros vallas, defender su título el 7 de agosto.