SAN JUAN, Puerto Rico – La derrota del Proyecto de la Cámara Núm. 1557, destinado a crear la “Ley para Regular el Arrendamiento a Corto Plazo en Puerto Rico”, ha generado reacciones encontradas entre los actores principales del sector turístico. Mientras la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico (PRHTA) celebra la decisión, Airbnb lamenta la falta de una reglamentación que consideraban necesaria.
La PRHTA expresa satisfacción
Miguel Vega, presidente de la Junta de Directores de la PRHTA, expresó su agradecimiento a los senadores que votaron en contra del proyecto, argumentando que no incluía las enmiendas propuestas por la asociación, las cuales reconocían los alquileres a corto plazo (STR) como una actividad comercial.
“Queremos agradecer el voto en contra del proyecto, ya que distaba de ser una regulación favorable y efectiva para todo el sector de los alquileres a corto plazo. Es necesario incluir las propuestas de todo el sector para garantizar un ambiente de negocios justo y saludable para toda la actividad turística en la Isla”, mencionó Vega.
La PRHTA ha defendido la clasificación de los STR como actividad comercial, un enfoque que ya se ha adoptado en otras jurisdicciones y que requiere que estos alquileres obtengan licencias para operar, pólizas de seguros y certificaciones de seguridad contra incendios, entre otros requisitos. Según Vega, el proyecto de ley no especificaba cómo se captarían los aproximadamente 125 millones de dólares perdidos para el fisco en 2023, ni los 29 millones del impuesto de habitación.
Airbnb lamenta ‘la oportunidad perdida’
Por su parte, Airbnb expresó su descontento con la decisión del Senado. Carlos Muñoz, Director de Políticas Públicas y Comunicaciones de Airbnb para Centroamérica y el Caribe, señaló que la derrota del proyecto representa un golpe para miles de anfitriones en Puerto Rico que buscaban cumplir con regulaciones estatales mientras generaban ingresos adicionales.
“La derrota del PC.1557 en el Senado representa un golpe para miles de anfitriones boricuas que buscaban cumplir responsablemente con regulaciones a nivel estatal, mientras generan el ingreso extra que necesitan ofreciendo sus espacios como alojamientos suplementales a corto plazo”, declaró Muñoz.
Muñoz subrayó que el rechazo del proyecto deja un vacío reglamentario con grandes consecuencias, incluyendo la falta de un registro unificado a nivel isla, la ausencia de estándares operativos importantes y la falta de medidas para promover la convivencia entre vecinos y el buen comportamiento de los huéspedes. Además, señaló que los municipios se quedan sin un mecanismo efectivo para compartir los ingresos del Room Tax y fiscalizar el CRIM y las patentes municipales.
Ambas partes coinciden en que es necesario un nuevo enfoque para regular los STR en Puerto Rico. La PRHTA continuará trabajando en propuestas de reglamentación que incluyan las necesidades de todos los sectores involucrados, mientras que Airbnb se compromete a colaborar en la elaboración de una regulación uniforme a nivel isla.
“Puerto Rico ha quedado rezagado en regulaciones turísticas modernas e incluyentes”, afirmó Muñoz. “Airbnb sigue comprometida a colaborar con la elaboración de una regulación uniforme, a nivel isla, con el objetivo de eliminar la ambigüedad y la complejidad que enfrentan actualmente los anfitriones”.