Washington, 4 may (EFE) – El Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció este lunes que planea una emisión de $2.99 billones de deuda desde abril hasta junio para financiar las medidas de estímulo destinadas a paliar los estragos de la pandemia del coronavirus.
Los $2.99 billones de deuda pública suponen casi el doble de lo que el Tesoro pidió prestado durante todo el año pasado, cuando emitió deuda por valor de $1.28 billones de dólares.
En un comunicado, el Tesoro indicó que planea pedir prestados otros $677,000 millones para el tercer trimestre (julio, agosto y septiembre), por lo que al final de año se podría alcanzar un número récord de déficit, ya que en los primeros seis meses del actual año fiscal (desde octubre de 2019 hasta marzo de este año), EE.UU. ya emitió $744,000 millones de deuda.
En total, la deuda de EE.UU. está ya cerca de los $25 billones, según datos del Tesoro.
Ese departamento explicó en su nota que el aumento del endeudamiento se debe «principalmente» al impacto del brote de COVID-19 y argumentó que es necesario para cubrir los programas destinados a ayudar a los individuos que se han quedado sin empleo, así como a las pequeñas y medianas empresas.
Además, la financiación busca suplir la falta de recaudación fiscal del Estado, que ha recolectado menos impuestos por el parón económico y porque se decidió retrasar del 15 de abril al 15 de julio la fecha que tienen los contribuyentes para hacer la declaración de la renta.
En abril, la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU. (CBO, en inglés) proyectó que el déficit fiscal se triplicará hasta alcanzar los $3.7 billones al término del año fiscal 2020, mientras que el desempleo se prevé que alcance el 16% debido a la pandemia.
De momento, casi 30 millones de personas han solicitado el subsidio de desempleo en el último mes y medio.
Asimismo, el primer cálculo de evolución del producto interior bruto (PIB) del primer trimestre del año reveló una contracción del 4.8% anual.
En EE.UU., se han registrado más de un 1.1 millón de casos confirmados y más de 68,000 muertes por el coronavirus, lo que convierte a ese país en el foco de la pandemia a nivel mundial en términos absolutos, según el recuento extraoficial de la Universidad Johns Hopkins.