Johannesburgo (EFE) – El número de rinocerontes cazados furtivamente en Sudáfrica durante el año 2023 fue de 499, lo que supone un aumento de 51 respecto a los 448 registrados el año anterior, informó este martes el Gobierno del país, que acoge la mayor población de estos animales en el mundo.
Según detalló en un comunicado el Departamento sudafricano de Bosques, Pesca y Medio Ambiente, 406 fueron abatidos en tierras de propiedad pública y 93 en reservas, parques o granjas de propiedad privada.
«La presión se ha vuelto a sentir en la provincia de KwaZulu-Natal (este), donde el parque Hluhluwe-iMfolozi se ha llevado la peor parte de los casos de caza furtiva, al perder 307» rinocerontes, detalló la ministra de esa cartera, Barbara Creecy.
Según Creecy, las autoridades de esa provincia «registraron 49 detenciones y la incautación de 13 armas de fuego».
«Equipos multidisciplinares siguen trabajando incansablemente en un intento de frenar esta presión incesante», destacó la ministra.
En cambio, el parque nacional Kruger, que abarca territorio de las provincias nororientales de Limpopo y Mpumalanga, registró 78 ejemplares cazados furtivamente en 2023, lo que supone un descenso del 37% respecto a 2022.
En ese parque, se emplea a personas de las comunidades vecinas para que vigilen y patrullen cerca de las vallas e informen sobre roturas, individuos que entran en el recinto y animales que salen.
«No se cazaron rinocerontes en ningún otro parque nacional», precisaron las autoridades.
En 2023, además, se dictó veredicto sobre 36 casos relacionados con este fenómeno, de los cuales 35 fueron de culpabilidad y resultaron en la condena de 45 cazadores furtivos o traficantes de cuernos de rinoceronte, con una tasa de condena del 97 %.
Los cazadores furtivos de rinocerontes buscan sus cuernos, que se venden sobre todo en los mercados asiáticos, donde se les atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas.
En Sudáfrica se estima que viven unos 20,000 ejemplares, lo que supone de lejos la mayor colonia de estos animales en el planeta.