Nairobi (EFE) – Las emisiones de dióxido de carbono procedentes de los vehículos pesados -sobre todo, camiones- han aumentado un 30% desde el año 2000, advirtió este jueves en un informe el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), que pidió «regulaciones ambiciosas» para reducir esta contaminación.
«Los camiones y autobuses contribuyen al crecimiento económico en casi cualquier parte del mundo, pero son necesarias regulaciones ambiciosas para parar sus emisiones, que generan impactos ambientales y de salud», señaló el jefe de la Unidad de Movilidad Sostenible del PNUMA, Rob de Jong, en el documento.
La institución destacó que los vehículos pesados son los responsables de más del 40% de las emisiones de óxidos de nitrógeno en las carreteras.
Asimismo, causan el 60% de las partículas en suspensión de menos de 2.5 micras (PM2.5), capaces de generar problemas cardíacos y pulmonares en las personas que las respiran; y el 20% del carbono negro, formado a través de la combustión incompleta de los combustibles que usan estos métodos de transporte.
Además, se prevé que el uso de los vehículos pesados continúe creciendo «considerablemente debido al aumento de las actividades económicas y la necesidad de transportar personas y mercancías» según el estudio.
El problema es especialmente acuciante en los países en desarrollo, que dependen de las importaciones de vehículos pesados usados, en ocasiones en mal estado, contaminantes e inseguros.
No existe ningún país con requisitos mínimos para exportar vehículos pesados usados, según el informe, que descubrió también que las regulaciones de más de la mitad de las naciones importadoras son «débiles» o «muy débiles» y están aplicándose inadecuadamente.
Ante este escenario, «es una responsabilidad compartida de los países importadores y exportadores garantizar que existan vehículos usados más limpios y seguros en las carreteras de los países en desarrollo», estableciendo «estándares mínimos».
El 97% de todos los camiones matriculados recientemente y el 73% de los autobuses de la UE son de diésel, un hecho que el PNUMA recomendó empezar a cambiar con las tecnologías limpias que se usan en algunos autobuses.
«La introducción de tecnologías de autobuses más limpios puede ser un importante impulsor de la revolución global hacia un transporte con bajas y, en última instancia, cero emisiones», dijo De Jong.
El informe se basa en datos de exportación de Japón, la Unión Europea y Corea del Sur, que en conjunto representan alrededor del 60 por ciento del mercado de exportación de vehículos pesados nuevos y usados a 146 países predominantemente de ingresos bajos y medios.
El PNUMA admite que el informe tiene limitaciones por la falta de datos disponibles públicamente de Estados Unidos, que no separa las exportaciones de productos nuevos y vehículos usados; y de China, un exportador emergente.