San Juan, 11 abr (EFE News) – Los alcaldes populares de Coamo, Morovis y Hormigueros recomendaron este sábado a la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, y al jefe de Salud, Lorenzo González, que faciliten 200,000 pruebas rápidas de COVID-19 para hacérselas a profesionales de primera necesidad durante esta pandemia.
Ante ello, los líderes municipales Juan Carlos García Padilla, Carmen Maldonado y Pedro García, respectivamente, exhortaron a hacerles las pruebas a empleados de hospitales, laboratorios, supermercados, farmacias, emergencias médicas y policías.
«Para controlar el aumento en casos positivos es necesario que estos profesionales de servicios directos a los ciudadanos estén libres de contagios», afirmó García Padilla en un comunicado de prensa.
El alcalde enfatizó que estos trabajadores «son los más expuestos a contagios y se han visto muy afectados durante las pasadas semanas».
Por ello, aseguró que las 200,000 pruebas rápidas «deben ir dirigidas a identificar a los que mayor exposición han tenido y que poseen la mayor probabilidad de contagiar a la población por naturaleza de su trabajo».
Los supermercados, farmacias, laboratorios y hospitales son los lugares que aglomeran más personas convirtiéndose en grandes focos de infección.
«Tenemos muchas personas visitando los supermercados y aunque estos establecimientos han tomado medidas de control de entrada y de desinfección, hay que tener certeza y eso se logra con las pruebas», agregó Maldonado.
«De igual manera, las farmacias, laboratorios y hospitales. Tenemos que garantizar que estos empleados estén bien e identificar los que puedan afectar a otros. Si hacemos las pruebas, podemos encontrar focos de contagio», abundó.
García, mientras tanto, resaltó la importancia de hacerle también las pruebas a empleados de emergencias médicas estatales, municipales y a los adultos mayores residentes en égidas.
Según detalló el alcalde, 53 profesionales de la salud se han infectado con el virus, mientras ya dos enfermeras y un médico pediatra han muerto.
«Otros 11 médicos infectados reciben tratamiento y 10 se mantienen en espera de resultados que confirmen la enfermedad», añadió.
Además, unos 880 agentes de la Policía se encuentran en aislamiento.