Berlín (EFE) – El consorcio internacional de ciencia y conservación de especies BioRescue ha logrado con éxito el primer embarazo en el mundo de un rinoceronte tras la transferencia de embriones, lo cual allana el camino para salvar al rinoceronte blanco del norte, anunció el Insituto Leibniz para la Investigación Zoológica y la Vida Salvaje (Leibniz-IZW) en un comunicado.
Los embriones de rinoceronte blanco del sur se crearon in vitro a partir de óvulos y esperma recogidos y se transfirieron el 24 de septiembre pasado a Curra, una madre subrogada de rinoceronte blanco del sur, en la reserva de Ol Pejeta, en Kenia.
Curra murió el 25 de noviembre a raíz de un envenenamiento por infección sistémica por clostridios y el consiguiente envenenamiento por la toxina bacteriana después de que unas lluvias torrenciales inundaran el recinto en el que se encontraba y esporas clostridiales pudieran llegar así a la superficie desde capas más profundas del suelo.
El equipo de BioRescue, dirigido por el Leibniz-IZW, confirmó entonces en Curra una gestación de 70 días con un feto macho bien desarrollado y viable de 6,4 cm de longitud.
Este avance científico allana el camino para aplicar la misma técnica también al rinoceronte blanco del norte, especie en grave peligro de extinción, subraya.
«Hemos tardado muchos años en lograrlo. Y estamos abrumados por tener ahora la prueba de que esta técnica funciona perfectamente», dijo Thomas Hildebrandt, director de proyecto de BioREscue y jefe de departamento de gestión de la reproducción de Leibniz-IZW.
Agregó que «es amargo que este hito se confirme en circunstancias tan trágicas con la muerte de la madre subrogada, Curra, y su cría», pero se mostró convencido de que esta validación de concepto es «un punto de inflexión para la supervivencia del rinoceronte blanco del norte y la salud de los ecosistemas centroafricanos».
Destacó que esta prueba llega justo a tiempo para conseguir un embarazo con un embrión de rinoceronte blanco del norte, subespecie de la cual solo quedan dos ejemplares vivos en todo el mundo, las hembras Najin y Fatu, madre e hija, que viven en la reserva de Ol Pejeta.
Además, hay almacenadas en nitrógeno líquido células vivas de doce distintos rinocerontes blancos del norte.
En el marco del proyecto de investigación de conservación de especies BioRescue ya se han producido y crioconservado desde 2019 treinta embriones de rinoceronte blanco del norte, que permanecen almacenados en nitrógeno líquido a menos 196 grados centígrados en Berlín y Cremona a la espera de ser transferidos a madres subrogadas de la subespecie sur.
Ahora que hay una prueba científica de que funciona, el equipo de BioRescue, que cuenta con una financiación del Ministerio de Educación e Investigación de Alemania de alrededor de seis millones de euros por un periodo de seis años, puede llevar a cabo la primera transferencia de embriones con un embrión de rinoceronte blanco del norte.
Según Hildebrandt, aunque los embriones pueden almacenarse en nitrógeno líquido durante mucho tiempo, urge traer al mundo una cría de rinoceronte blanco del norte y con esta prueba de concepto, dijo, es posible lograrlo en dos o tres años.
«Queremos que la descendencia viva todavía durante años con Najin y Fatu para aprender el comportamiento social de su especie», subrayó Hildebrandt.
Recordó que la técnica de transferencia de embriones está bien establecida para humanos y animales domésticos como caballos o vacas, pero en el caso de los rinocerontes «era un territorio completamente desconocido y había que inventar, desarrollar, ensayar y probar todo, desde el enfoque hasta los protocolos del procedimiento y el equipo necesario, para que pudiera utilizarse con seguridad».