Seúl (EFE) – El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha instado al ejército a reforzar su preparación argumentando que la península de Corea está «cada vez más cerca de un conflicto armado» que podría estallar en cualquier momento, lo que subraya la actual tensión y escalada militar en la región.
Kim pronunció estas palabras durante una reunión con los principales mandos del ejército norcoreano celebrada en la sede del Comité Central del partido único el domingo en Pionyang, según informó hoy la agencia estatal de noticias KCNA.
Durante la reunión, Kim debatió sobre «el entorno crítico de seguridad de la península de Corea, que está cada vez más al cerca de un conflicto armado a medida que pasan los días» y los movimientos militares de Estados Unidos «y otras fuerzas hostiles», añade el texto.
El líder norcoreano acusó a Washington y Seúl de tratar de poner freno a la «revolución» norcoreana y aseguró que «si el enemigo opta por la confrontación militar y la provocación contra la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país), nuestro ejército deberá asestarle un golpe mortal para aniquilarlo por completo».
Las palabras de Kim llegan un día después de que el propio mariscal asegurara, al cierre de un importante plenario del partido único, que no hay posibilidad ya de reconciliciación o reunificación con el Sur y que su régimen lanzara este 2024 otros tres satélites de reconocimiento de cara a perfeccionar sus capacidades para vigilar los movimientos militares en su entorno.
Corea del Norte logró poner en órbita con éxito a finales del pasado noviembre su primer satélite espía.
Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización con Washington en 2019, Pionyang aprobó un plan de modernización armamentístico -que incluye desplegar satélites militares y ha implicado la realización de infinidad de pruebas de misiles- además de rechazar el reinicio del diálogo y buscar un mayor acercamiento con Pekín y Moscú.
Mientras, Seúl y Washington han reforzado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión multiplicando sus maniobras conjuntas y desplegando cada vez con más frecuencia activos estratégicos estadounidenses en la península.