San Juan, Puerto Rico – Yoyo Boing, destacado actor y comediante de la televisión boricua, falleció hoy, jueves, a los 93 años, en el hospital del Maestro en San Juan, informaron medios locales.
El deceso de Luis Antonio Rivera, nombre de pila del comediante, fue confirmado al periódico Primera Hora por su hija Inés Rivera.
En el 2017 fue operado de una afección cardiaca, mientras que en el 2020 sufrió un accidente cerebrovascular isquémico que le dejó el lado izquierdo del cuerpo parcialmente inmovilizado.
Trayectoria artística y compromiso social
En el corazón de Santurce, a la tierna edad de tres años, Luis Antonio Rivera inició un viaje que lo convertiría en uno de los referentes más queridos del entretenimiento puertorriqueño. Su vida artística se gestó en las aulas de la Escuela Superior Central, donde, desde temprana edad, mostró su inclinación por el mundo de la radio.
Mientras completaba sus estudios secundarios, Rivera ya dejaba huella en el Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico. Su debut en las tablas con «El sol y los McDonalds» de René Marqués, dirigido por Ángel F. Rivera, marcó el inicio de una carrera llena de éxitos y reconocimientos.
Bajo el seudónimo de Yoyo Boing, una elección nacida en las ondas radiofónicas, este talentoso actor y comediante se destacó en los escenarios de las fiestas patronales de Puerto Rico, compartiendo risas con Paquito Cordero, Tito Lara, y otros, respaldado por los auspicios de productos Del Monte.
El surgimiento de la televisión en 1954 abrió un nuevo capítulo en la carrera de Yoyo Boing, quien se convirtió en uno de los pioneros de la comedia televisiva junto a Producciones Tommy Muñiz. Su versatilidad lo llevó a protagonizar telenovelas como «María Lola» y «Cáliz de plata» junto a Gladys Aguayo.
Participante destacado en el Primer Festival de Teatro del Instituto de Cultura Puertorriqueña, Yoyo Boing demostró que su talento trascendía la comedia. Aunque muchos lo catalogaban como cómico, él mismo se definía como un actor capaz de abordar tanto roles dramáticos como cómicos.
Con una carrera que abarcó más de 50 años ininterrumpidos, Yoyo Boing forjó un vínculo especial con su audiencia, compuesta por tres generaciones: abuelos, hijos y nietos. Su formación moral y cristiana se refleja en su familia, compuesta por siete hijos, incluyendo dos sacerdotes, a quienes considera una bendición divina.
Fuera de los escenarios, Yoyo Boing dejó su huella en la radio y la televisión, desempeñándose como gerente general de emisoras como AM 81 y Radio de Oro. Además, incursionó en la escritura con el libro de chistes «A reír con Yoyo», donando las ganancias a un albergue para enfermos terminales del SIDA.
En la década del 90, Yoyo Boing continuó conquistando corazones con el programa diario «Desde mi pueblo» en el Canal 6 de WIPR, donde recorría Puerto Rico con su característico sentido del humor. Su legado incluye también la conducción de programas de juegos y musicales, consolidándose como un ícono multifacético de la televisión puertorriqueña.
Información de la Fundación Nacional para la Cultura Popular.