Washington (EFE) – Estados Unidos hará una firme apuesta por la fusión nuclear en la próxima cumbre de Naciones Unidas contra el cambio climático, la COP28, un evento al que no asistirá el presidente del EE.UU., Joe Biden, a pesar de su participación activa en las dos citas anteriores.
La agenda del presidente estadounidense para esta semana no incluye la cita de Dubai, como tampoco figura en la de la vicepresidenta, Kamala Harris. La Casa Blanca no ha dado de momento explicaciones por estas ausencias.
La cumbre tendrá como máximo representante estadounidense al enviado especial de EE.UU. para el Cambio Climático, John Kerry, quien se encargará de presentar la primera estrategia global para comercializar esta energía que continúa en fase experimental, pero que aspira a ser uno de los pilares de la lucha contra el cambio climático.
En su reciente visita a las instalaciones de Commonwealth Fusion Systems (CFS) en Massachusetts, una empresa estadounidense creada en 2018 con el objetivo de construir una pequeña planta de energía de fusión, Kerry dejó claro cuál sería el principal mensaje del país en la cumbre climática.
«La energía de fusión ya no es sólo un experimento científico», sino una realidad que puede ser «una solución climática emergente», dijo.
Los científicos llevan décadas estudiando la posibilidad de obtener energía mediante fusión nuclear, un proceso inverso a la fisión que se produce en las centrales atómicas convencionales.
Si se lleva a cabo con éxito, la fusión podría tener una ventaja importante sobre las plantas de fisión nuclear que dividen átomos, ya que no produce desechos radiactivos duraderos y también podría proporcionar una fuente barata de electricidad libre de carbono.
El plan del exsecretario de Estado, que presumiblemente será presentado el próximo 5 de diciembre, buscará crear una alianza entre países para crear la primera estrategia internacional destinada a acelerar la comercialización de la fusión nuclear.
Pese a que la comunidad científica es cada vez más tajante en la necesidad de hacer una transición hacia energías limpias para combatir el cambio climático, la inversión en temas como la fusión nuclear se ha desacelerado, también en Estados Unidos, ante la incertidumbre económica postpandémica.
Datos del último informe de la Asociación de la Industria de la Fusión (FIA) muestran que en total la inversión en la industria mundial de la fusión en 2023 ha sido de $1,400 millones, frente a los $2,830 millones de un año antes.
En el total histórico, las empresas internacionales de fusión han obtenido alrededor de $6,210 millones en dinero principalmente privado.
De hecho, la principal duda de los científicos es que la fusión será demasiado costosa y llevará demasiado tiempo desarrollarla para ayudar en la lucha contra el cambio climático.
En la página web oficial creada en el marco de este evento, Estados Unidos afirma que en la próxima COP28 mostrará su compromiso para «trabajar con socios globales para aumentar la ambición climática y garantizar resultados sólidos».
«Bajo el presidente Biden, el liderazgo de Estados Unidos ha sido y sigue siendo esencial para combatir la crisis climática. Estamos movilizando un enfoque de todo el gobierno y de toda la sociedad para intensificar las acciones en el país y en el extranjero para poner al mundo en el camino de alcanzar emisiones netas cero para 2050», afirma el texto.
Y es que, para evitar «los peores impactos de la crisis climática, los países «deben implementar rápidamente sus compromisos existentes y asumir los compromisos adicionales necesarios», afirma EE.UU.
Por ello, uno de los objetivos de Estados Unidos en la cumbre es hacer que el mayor número de países posibles se sumen a un acuerdo global sobre descarbonización, impulsado por el país norteamericano y por la Unión Europea, para triplicar la energía renovable para 2030.
La COP28 llega además en un momento en el que Estados Unidos y China, los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, han acercado posturas en términos medioambientales.
En la pasada cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrada hace unos días en San Francisco, Estados Unidos y China acordaron acelerar sus compromisos para reducir las emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero, y reanudar un grupo de trabajo sobre cooperación climática.
El acuerdo fue firmado por Kerry y el representante especial de China para el cambio climático, Xie Zhenhua, quienes presumiblemente volverán a reunirse en Dubái en una cumbre sobre el metano, que se celebrará en los márgenes del gran evento climático.