San Juan, Puerto Rico (EFE) – La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) informó este jueves que asignó $4.3 millones para reparaciones al parque Luis Muñoz Rivera, en la entrada del islote del Viejo San Juan.
El parque ubica en el distrito histórico de Puerta de Tierra y forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos, según indicó FEMA en un comunicado de prensa.
El lugar recibe a más de 5,000 visitantes a la semana, ya sea porque se ejercitan allí o porque llevan a cabo actividades tales como cumpleaños, reuniones, seminarios, sesiones de fotos y otras actividades multitudinarias.
«Continuamos aprobando cifras multimillonarias de fondos federales para la reconstrucción del país, sin olvidar las áreas que conducen al disfrute familiar, y la preservación ambiental de la isla, entre otros beneficios», sostuvo el coordinador federal de Recuperación por Desastre, José G. Baquero, en el comunicado.
Uno de los atractivos del parque Luis Muñoz Rivera, según los visitantes y comerciantes de este lugar histórico, es su cercano acceso a la playa de El Escambrón, además del verdor que provee el parque a esta zona de San Juan.
Los fondos de la agencia ya permitieron completar trabajos de pintura, así como el reemplazo de postes de luz, interruptores, una caja de paneles y la fuente de agua.
Parte de la labor pendiente incluye la reparación del área de juegos, el equipo de sonido y otros componentes eléctricos; además de la reparación a las torres históricas y la campana.
Por la importancia de su preservación histórica y para el disfrute de generaciones futuras, el parque también contará con la restauración de su techo y paredes históricas, de las vigas de cemento para las plantas enredaderas, los balaustres y los bancos decorativos del parque.
FEMA, además, asignó $631,000 para la reconstrucción del Vivero de Plantas de Cambalache en Arecibo, el centro de producción y distribución de árboles nativos y madereros más grandes de Puerto Rico.
Allí se cultiva una variedad de plantas y árboles nativos, y endémicos, como el roble nativo, Mata bueye, ausubo y caoba, a fin de cumplir con los proyectos de reforestación urbana rural, y cuencas hidrográficas de Puerto Rico.
A su vez, esto contribuye a la preservación de la biodiversidad, el control de erosión, y resiliencia ante eventos atmosféricos.