Zagreb (EFE) – El número de personas detenidas por supuesta implicación en el ataque armado que el pasado domingo causó en el norte de Kosovo al menos cinco muertos, entre ellos un sargento kosovar, ha subido a ocho tras el arresto de dos personas la pasada noche, informó este martes el diario Koha Ditore.
Los dos sospechosos, ambos pertenecientes a la minoría serbia de Kosovo y empleados de un hotel de la localidad de Banjska, «estaban en posesión de un número significante de armamentos. Queda por investigar si estaban relacionados con los ataques contra la policía del domingo», explicó el vicedirector de la policía de la región del norte de Kosovo, Veton Elshani, citado por el rotativo.
El violento incidente, del que Pristina y Belgrado se responsabilizan mutuamente, supone una seria escalada de las tensiones entre ambas capitales y deja en punto muerto las arduas negociaciones que, bajo mediación de la Unión Europea (UE), se llevan a cabo desde hace años para normalizar sus relaciones bilaterales.
Un sargento de la policía kosovar perdió la vida y otro agente resultó herido la madrugada del domingo por disparos de un grupo integrado aparentemente por serbokosovares en una emboscada en la aldea de Bansjka, a pocos kilómetros de la frontera con Serbia.
Los atacantes se atrincheraron luego en el patio del monasterio ortodoxo serbio de la localidad, y cuatro de ellos murieron en el enfrentamiento que siguió con la policía.
Seis personas fueron detenidas entonces y el resto consiguió aparentemente huir.
Con el apoyo de las fuerzas de la OTAN en Kosovo (KFOR), las autoridades kosovares siguen buscando al resto de los atacantes.
Banjska, de unos 500 habitantes, continuaba hoy bloqueada por las fuerzas del orden, que también han cerrado los pasos fronterizos de Jarinje y Brnjak, en la linde con Serbia, según informa el diario Vecernje Novosti de Belgrado.
El primer ministro kosovar, Albin Kurti, ha calificado de «terrorista» el ataque y acusa a Belgrado de haberlo orquestado, mientras que el presidente serbio, Aleksander Vucic, niega cualquier implicación de su Gobierno y responsabiliza al Ejecutivo kosovar de provocar y «oprimir» a la minoría serbia.
«Estas armas y equipos militares confiscados por la policía kosovar en la operación antiterrorista después del ataque del domingo no dejan lugar a dudas: los autores no han actuado solos sino con un apoyo estatal», escribió Kurti anoche en la red social X (antes Twitter).
«Serbia debe ser responsabilizada plenamente por patrocinar la violencia terrorista en el territorio de Kosovo», pidió.
El jefe del Gobierno publicó fotografías de armas y equipos que supuestamente estaban en posesión de los asaltantes, así como una lista de esos objetos que incluye un vehículo blindado y 24 todoterrenos, además de armamento pesado, explosivos y municiones.
En sus portadas de este martes, los medios serbios controlados por el Gobierno de Vucic arremeten contra Kurti.
«¡Kurti quiere más sangre!: el monstruo anuncia la continuación del terror», dice el diario Alo, mientras que Vecernje Novosti afirma: «KFOR se comporta como aliado de Pristina».
«Acto final: Kurti acelera la limpieza étnica de los serbios de Kosovo» (Blic), «El plan de guerra de Kurti» (Telegraf) o «Expertos: Kurti, único culpable del caos en Kosovo», son algunos títulos de las primera planas de la prensa belgradense de hoy.